domingo, 10 de agosto de 2014

Erección del Obispado de Zacatecas.



  Erección del Obispado de Zacatecas. 

           Por Bernardo del Hoyo Calzada.

      En la ciudad de Guadalajara el 25 de octubre de 1853 el Ilmo. Dr. Don Ignacio Mateo Guerra, fue nombrado Provisor y Vicario general del I. S. Obispo de Guadalajara Dr. D. Pedro Espinosa, y conservo este nombramiento hasta su promoción al episcopado.[1]
      De 1855 a 1860 tuvo a su cargo varias veces el gobierno de la Mitra, y el 1° de Enero de 1861, el Sr. Guerra, huyendo de las turbulencias de Guadalajara y de todo Jalisco, para ponerse a salvo de los odios y persecuciones injustas del Gobierno del estado en aquella época, se estableció en León (La ciudad de refugio) en el estado de Guanajuato.[2]
       El Obispo de Guadalajara Dr. D. Pedro Espinosa nos dice al regreso de su destierro: “El 18 de enero de 1861 un agente de policía no intimaba el destierro, cuando se nos expulsaba de todo el territorio mexicano y se nos insulta de mil maneras”.[3]

Obispo de Guadalajara Dr. D. Pedro Espinosa.
 
       En 1855 en Zacatecas ya se pensaba en la erección de la Diócesis, así nos lo dice el Padre Tiscareño:
       “Ya en el año de 1855 se había trabajado con empeño por el gobierno civil de este Estado o Departamento, a fin de obtener la erección de un Obispado en Zacatecas, y se llevó tan adelante aquel trabajo, que llegó a conseguir del Gobierno general de la Nación, se designasen edificios a propósito para Palacio episcopal y el Seminario conciliar; pero por motivos que no viene al caso referir, todo quedó sin efecto en aquella época. Posteriormente, la revolución obligo a casi todos los señores Obispos de México a salir del país y dirigirse a Roma, y este acontecimiento, aunque desgraciado por más de un título, proporciono a varias poblaciones de este naciente Imperio, la honra no esperada de verse elevadas a la dignidad de Ciudades episcopales, y entre ellas a Zacatecas, a la cual el día 26 de enero de 1862, la Santidad del inmortal y bondadoso Pio IX, se dignó condecorar con el muy honorifico título de Ciudad episcopal, como consta por sus letras, en forma de Bula, que comienzan: Ad universan agri Dominici inspectionem, expedidas en San Pedro de Roma, el año XVII de su glorioso Pontificado.[4]
      Las diócesis creadas el 26 de enero de 1863 fueron; Zamora, León,  Querétaro, Veracruz (con sede en la ciudad de Xalapa), Tulancingo, Chilapa y Zacatecas.[5] 
      Antes, en Zacatecas por un bando publicado por el Gobierno el 18 de junio de 1859 todos los padres se fueron de la ciudad de Zacatecas. Solo se quedó escondido el padre Francisco Monter, y se formaba un sisma en Zacatecas, y los padres que apostataron fueron; El Padre Ramón Valenzuela, un Padre franciscano (Aguilar), un padre Dominico (Alcántar), de Sombrerete (Laicitas), y un mercedario. Dicen que duro unos seis meses, hasta que llego el General Ramírez y el General Leonardo Márquez, y salieron huyendo los federales, y el Sr. Cura Colmenero abrió la Parroquia mayor de Zacatecas.       
     En Guadalajara, en una carta pastoral nos dice el Arzobispo Dr. D. Pedro Espinosa:
Conociendo la vasta extensión de la Diócesis y las dificultades que había para el más exacto desempeño del ministerio pastoral, se dignó darnos un Obispo auxiliar mientras se llevaba a cabo la división y erección de la de Zacatecas”.[6]    
     El día 19 de marzo de 1862, su Santidad, deseando cuanto antes proveer de legitimo Pastor a la nueva Diócesis de Zacatecas, por sus letras apostólicas, también en forma de Bula que comienzan Romani Pontifici, dadas en San Pedro de Roma y en el mismo año XVII de su Pontificado.[7]El 8 de abril de 1862 residiendo en León el Sr. Ignacio Mateo Guerra fue preconizado Obispo de Marcópolis in Partibus In fidelium, con obligación de residir en Guadalajara o en cualquier otro punto de la Diócesis para empeñar las funciones de Obispo Auxiliar del Ilmo. Sr. Dr. D. Pedro  Espinosa. Mas el 17 de marzo de 1863, fue trasladado al Obispado de Zacatecas, cuya nueva creación había sido anunciada por S. S. el S. Pio IX en consistorio del 16 del mismo mes y año. En principios de 1864 se dirigió a esta capital con objeto de ser consagrado, y lo fue en efecto, en 28 de Febrero, en el templo de Santa Teresa la antigua. Recibió la consagración de manos del I. S. Dr. D. Pedro Espinosa primer Arzobispo de Guadalajara, asistido de los II. SS. Dr. D. Carlos María Colina y Rubio obispo de Puebla, y Dr. D. Pedro Barajas obispo de San Luis Potosí. D. Teodosio Lares, antiguo e íntimo amigo del nuevo obispo, y el Sr. D. Manuel Jacinto Guerra su hermano menor. [8]

El Ilmo. Primer Obispo de Zacatecas, Dr. D. Ignacio Mateo Guerra, colección: Concepción Ortega Márquez.


 
       El 4 de junio de 1864 la Archicofradía del Purísimo Corazón de María, en unión del católico pueblo zacatecano, celebraba, reunidas en una, la fiesta del Purísimo Corazón y el feliz término del Mes de María, fue el designado en los decretos eternos para dar solemne principio a la erección canónica de la Catedral y del nuevo Obispado de Zacatecas, la que tuvo feliz término al siguiente día 5 ente las ocho y diez de la mañana, con la majestad y pompa tan propias de las fiestas cristianas.[9]     

El Purísimo Corazón de María, patrona de la Diócesis de Zacatecas. Oleo sobre tela, Seminario Conciliar de la Purísima, Guadalupe, Zac.


  El Canónigo Felipe Santana nos dice así, sobre la erección de la Diócesis de Zacatecas:

No es pues de extrañar que ya de antiguo alentasen los zacatecanos el deseo de la erección de una Diócesis, deseo que parece haber flotado en el ambiente de la primera mitad del siglo XVIII cuando se construyó la Iglesia Parroquial con magnificencias de Catedral.
Fácilmente me puede engañar la memoria, pero conservo la idea de haber leído en alguna parte que a principios del siglo XIX se trataba de la erección de esta Diócesis.
Sea lo que fuere, el primer documento en que constan esos deseos es una carta por el Sr. Cura D. Juan José de Orellana el 10 de septiembre de 1852 al Ilmo. Sr. Dr. D. Diego de Aranda, Obispo de Guadalajara. Había aquel tomado posesión de este Curato el 10 de mayo anterior y < como todo Zacatecas a mi venida ha esperado que trabaje yo en la Parroquia>, dirigió una comunicación oficial al Prelado en la primera de las fechas mencionadas, pidiendo las autorizaciones necesarias para emprender en la construcción del Ciprés o templete del altar mayor y junto con esta comunicación que dice: <….aquí hay alguna agitación  para promover por todos medios la erección de Obispado en esta Capital >, lo cual parece al Párroco un motivo más para que se le conceda su petición, porque teme que de < negarse su Ilma., no me equivoco, se agitaran más los ánimos>. El Sr. Aranda contestó a los dos escritos del Sr. Cura en larga comunicación fechada en Guadalajara el 17 del mismo mes y año. En lo conducente a nuestro asunto dice: < Sesto, (sic) otra de las ventajas que alega U. resulta de la inversión de los bienes de las cofradías en el altar, es: no fomentar con la negativa las pretensiones (sic) del vecindario de que se erija Zacatecas en Obispado: esta no es ventaja (;) ventaja sería que se erigiera por que se me exoneraría de una gran parte de mis trabajos, mortificaciones y responsabilidades que pesan sobre mí en esta vasta Diócesis: tal pretensión (sic) es muy justa siempre que se guarden todos los requisitos canónicos  y se haga por la santa Sede con provecho de todos a parte de mi Diócesis >.        
La agitación, lejos de cesar, siguió adelante. El R. P. Fr. José María Romo de Jesús Pro – secretario de la Mitra de Zacatecas abría en 1864 el Libro de Gobierno con estas palabras: < Debiera comenzar este Libro de Gobierno con el Expediente formado para  solicitar de Su Santidad la erección de este nuevo Obispado; pero el primero que se formó el año de 1854 y único de que se tiene noticia no tuvo efecto, ni se tiene a la mano>, ¡Ojala que un día en algún escondrijo de algún archivo apareciere tan interesante documento!”    

El R. P. Fr. José María Romo de Jesús, Colcección: Fr. Octavio de la Cruz. 
  

  Más adelante nos sigue diciendo el Canónigo Santana:                                                        
“Aparte de otras disposiciones secundarias o que no fue posible cumplirlas y de todas las cláusulas de estilo para dar valor y firmeza a la Bula, solo resta decir que el Papa constituye a Zacatecas sufragánea del Arzobispado de Guadalajara que pronto había de ser erigido y nombra su Delegado para llevar a efecto la erección de la Diócesis al Sr. Obispo de Guadalajara y lo faculta para nombrar un Subdelegado, si él se viese impedido de hacerlo.
El Sr. Espinosa firmo en Guadalajara a 10 de mayo de 1864 el decreto de ejecución y como muy a pesar nuestro no podemos estar pronto allá, en Zacatecas, nombra Subdelegado al Sr. Lic. Jesús Ortiz, Prebendado de la Catedral en Guadalajara y Gobernador de aquella Mitra, quien recibió en Lagos la comunicación respectiva y el 27 la contesto aceptando el nombramiento y designo para Secretario al Sr. Cura de Tlaltenango D. Rafael Herrera.
Llego el Subdelegado Pontificio el 2 de junio, ocupóse el 3 en arreglos previos a la erección y, sin haberlo pretendido, esta se inició el sábado 4, día en que aquel año se celebraba la fiesta del Purísimo Corazón de María.
El siguiente día, a hora oportuna llegaron al Templo parroquial y ocuparon  los asientos para ellos preparados el Sr. Prefecto, una comisión del Superior Tribunal de Justicia y el muy Ilustre Ayuntamiento de la Ciudad. El Sr. Subdelegado Apostólico fue también este día acompañado  por ambos cleros en el trayecto de su casa a la Parroquia, a cuya puerta mayor fue recibido con las ceremonias de rito y una vez que hubo ocupado su sitial bajo dosel en el presbiterio, el Secretario leyó todos los documentos pontificios relativos a la nueva diócesis. Siguió la misa solemne y Te Deum a toda orquesta en acción de gracias y para concluir se publicó el nombramiento de Gobernador de la Mitra hacho por el Ilmo. Sr. Guerra en favor del M. R. P. Fr. Diego de la Concepción Palomar, Comisario General de los Colegios de Propaganda Fide en la Republica. El Sr. Ortiz dio cuenta de todo al Ilmo. Sr. Guerra “Para que V. S. I. se digne satisfacer lo más pronto posible los ardientes deseos que tienen los zacatecanos de verlo en su Palacio Episcopal.”   

Retrato del Padre Fr. Diego de la Concepción Palomar, último Padre Guardián, antes de la exclaustración del Colegio de Guadalupe, Zac., en 1859. Colección: Fr. Octavio de la Cruz. 
       
El Padre Fr. Diego de la Concepción Palomar.

El 28 de febrero, encontrándose ya para esos días en Rincón de Romos, de donde salió para Ojocaliente el día 8. El 9 recibió ahí varias comisiones que fueron a saludarlo, entre ellas las del Excmo. Gobierno político, Tribunal Superior de Justicia, Comandancia General del Departamento, Prefectura y Clero de la Ciudad. Viaje triunfal fue el de Ojocaliente a Guadalupe verificado el 10, continuamente llegaban numerosos grupos de personas de lo más selecto de la sociedad zacatecana y de las rancherías circunvecinas, ansiosas de conocer y saludar a su Pastor y recibir su primera bendición, y tantas y, tales pruebas de filial veneración le dieron que le arrancaron lágrimas de ternura. En Guadalupe fue mucho mayor el concurso, y S. S. Ilma. Fue recibido en la población con la solemnidad posible, y en el Santuario del Colegio Apostólico, además con la que prescribe el Pontifical Romano.
El 11 permaneció S. Ilma. En la mencionada Villa por las repetidas instancias de muchos señores que así se lo suplicaron.
El día 12 siguiente, S. S. Ilma. salió de Guadalupe para la Capital a las ocho de la mañana, y al llegar a la plazuela de San Juan de Dios se encontró con numeroso grupo de niñas vestidas de blanco que lo esperaban para saludarle y en nombre de todas le dirigió una breve alocución  de bienvenida la niña Manuelita Tello. También hablaron Juan Pedro Ponce y Herlinda Ponce. En el templo se revistió con la Capa Magna, Sagrada Mitra y Báculo. 
Allí aguardaban a S. S. Ilma. El Ven. Clero Secular y Regular, que habían salido de la Catedral revestidos de sobrepelliz, y procesionalmente, bajo la presidencia de los Señores Subdelegado Apostólico Lic. D. Jesús Ortiz y Gobernador de la sagrada Mitra el M. R. P. Fr. Diego de la Concepción Palomar. Formaban parte de la comisión el Excmo. Gobierno Político, el Superior Tribunal de Justicia, el M. I. Ayuntamiento, el Señor Prefecto y muchos vecinos distinguidos de la Capital, fuera del numerosísimo concurso de todas las clases de la sociedad.
Después de haber sido recibido el Ilmo. Señor Obispo con la mayor solemnidad en la repetida Iglesia de San Juan de Dios, comenzó allí la solemne procesión, viniendo el Digmo. Prelado bajo del palio a la Santa Iglesia Catedral, donde lo aguardaban el Excmo. Señor Comandante General del Departamento con todo su Estado Mayor. Al entrar al umbral del santo Templo, el repetido Señor Subdelegado Apostólico le ofreció el agua bendita e incienso a S. Ilma., quien arrodillado oró allí ante el santo Crucifijo y prosiguió la procesión hasta el Presbiterio, donde el Venerable Prelado se sentó bajo el sitial, acompañado de los señores Subdelegado Apostólico y Gobernador de la Sagrada Mitra: de ambos Cleros, de las Autoridades civiles, militares y municipales con sus respectivas corporaciones. Todos se colocaron en el lugar correspondiente; y por su orden se fueron acercando a S. Ilma. al besa mano prevenido por el ritual en signo de obediencia.
El Secretario de la Subdelegación leyó por disposición del Sr. Subdelegado los Breves Pontificios dirigidos al Ilmo. Señor Guerra, al M. I. Cabildo, al V. Clero, a los hijos y al pueblo de Zacatecas. Se predicó un sermón análogo  a la solemnidad y termino la sagrada ceremonia con un magnifico Te Deum en acción de gracias. Volvió inmediatamente el Ilmo. Señor Obispo con el acompañamiento susodicho a la casa de su morada.”[10]
      De este modo el 5 de junio de 1864 quedo erigida con todas las solemnidades canónicas la nueva Iglesia de Zacatecas, y el I. S. Guerra hizo su entrada a la ciudad episcopal entre diez y once de la mañana del 12 del mismo mes y año. El cabildo eclesiástico que fue instalado pública y solemnemente el 1° de Noviembre de 1864. Con cuatro Canónigos, y asistieron las autoridades civiles y militares, años después fueron ocho los canónigos.         
     Así nació la Diócesis de Zacatecas hace 150 años. 

Guadalupe, Zac. 20 de Mayo de 2014.
         
Panormica de Zacatecas por el año de 1863. Col: Federico Sescosse Lejeune.




La Parroquia Mayor de Zacatecas, año 1863. c. 

El Primer Obispo de Zacatecas, Dr. D. Ignacio Meteo Guerra. Coresía de Fr. Octavio de la Cruz.

El Padre Historiador Fr. Ángel de los Dolores Tiscareño.
Fotografía: Cortesía del Padre Historiador Fr. Octavio de la Crz, O.F.M. del Convento de Guadalupe, Zac.

[1] El Ilustrísimo Señor Dr. Don Ignacio Mateo Guerra y Alba. Dignísimo Primer Obispo de la Iglesia de Zacatecas. Zacatecas. Imprenta de Francisco Villagrana. Calle de la Compañía, núm. 4. 1871. Pág. 23.
[2] Ídem. Pág. 25
[3] Reseña de la entrada del Ilmo. Señor Arzobispo Dr. D. Pedro Espinosa a Guadalajara al Regreso de su destierro. Guadalajara. Tipografía de Dionisio Rodríguez. 1864. 
[4] Tiscareño, Fr. Ángel de los Dolores, El Colegio de Guadalupe. México. Tip. José María Mellado. Calle de Chavarría Núm. 6. 1903. Pág. 221. 
[5] Vida Nueva. Una palabra comprometida en el Iglesia. Diócesis cumplen 150 años. Del 6 al 19 de abril de 2014. Núm. 57. Pág. 30.
[6] Pastoral del Ilmo. Señor Arzobispo de Guadalajara a la vuelta de su destierro. Guadalajara. 1864. Tipografía de Dionisio  Rodríguez. Calle de santo Domingo, núm. 13. Pág. 8. 
[7] El Padre Tiscareño nos dice que la fecha de la Bula fue dada en S. Pedro de Roma el año de la Encarnación del Señor 1863, el décimo día antes de las Calendas de Febrero, y en el año XVII del Pontificado de Pio IX.
[8] El Ilustrísimo Señor Dr. Don Ignacio Mateo Guerra y Alba. Dignísimo Primer Obispo de la Iglesia de Zacatecas. Zacatecas. Imprenta de Francisco Villagrana. Calle de la Compañía, núm. 4. 1871. Pág. 28.

[9] Tiscareño, Fr. Ángel de los Dolores, El Colegio de Guadalupe. México. Tip. José María Mellado. Calle de Chavarría Núm. 6. 1903. Pág. 222. 
[10] Santa Ana, Arcediano Felipe. “Erección de la Diócesis de Zacatecas”. Congreso Mexicano de Historia IX Sección. Primera Asamblea de Mesa Redonda. Publicado en tres Trabajos por el Canónigo Antonio Aguilar, 1949. 

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