Erección del Obispado de Zacatecas.
Por
Bernardo del Hoyo Calzada.
En la ciudad de
Guadalajara el 25 de octubre de 1853 el Ilmo. Dr. Don Ignacio Mateo Guerra, fue
nombrado Provisor y Vicario general del I. S. Obispo de Guadalajara Dr. D.
Pedro Espinosa, y conservo este nombramiento hasta su promoción al episcopado.[1]
De 1855 a 1860
tuvo a su cargo varias veces el gobierno de la Mitra, y el 1° de Enero de 1861,
el Sr. Guerra, huyendo de las turbulencias de Guadalajara y de todo Jalisco,
para ponerse a salvo de los odios y persecuciones injustas del Gobierno del
estado en aquella época, se estableció en León (La ciudad de refugio) en el
estado de Guanajuato.[2]
El Obispo de
Guadalajara Dr. D. Pedro Espinosa nos dice al regreso de su destierro: “El 18
de enero de 1861 un agente de policía no intimaba el destierro, cuando se nos
expulsaba de todo el territorio mexicano y se nos insulta de mil maneras”.[3]
Obispo de Guadalajara Dr. D. Pedro Espinosa. |
En 1855 en Zacatecas
ya se pensaba en la erección de la Diócesis, así nos lo dice el Padre
Tiscareño:
“Ya
en el año de 1855 se había trabajado con empeño por el gobierno civil de este
Estado o Departamento, a fin de obtener la erección de un Obispado en
Zacatecas, y se llevó tan adelante aquel trabajo, que llegó a conseguir del
Gobierno general de la Nación, se designasen edificios a propósito para Palacio
episcopal y el Seminario conciliar; pero por motivos que no viene al caso
referir, todo quedó sin efecto en aquella época. Posteriormente, la revolución
obligo a casi todos los señores Obispos de México a salir del país y dirigirse
a Roma, y este acontecimiento, aunque desgraciado por más de un título,
proporciono a varias poblaciones de este naciente Imperio, la honra no esperada
de verse elevadas a la dignidad de Ciudades episcopales, y entre ellas a
Zacatecas, a la cual el día 26 de enero de 1862, la Santidad del inmortal y
bondadoso Pio IX, se dignó condecorar con el muy honorifico título de Ciudad
episcopal, como consta por sus letras, en forma de Bula, que comienzan: Ad
universan agri Dominici inspectionem, expedidas en San Pedro de Roma, el año
XVII de su glorioso Pontificado”.[4]
Las diócesis creadas
el 26 de enero de 1863 fueron; Zamora, León, Querétaro, Veracruz (con sede en la ciudad de
Xalapa), Tulancingo, Chilapa y Zacatecas.[5]
Antes, en
Zacatecas por un bando publicado por el Gobierno el 18 de junio de 1859 todos
los padres se fueron de la ciudad de Zacatecas. Solo se quedó escondido el padre
Francisco Monter, y se formaba un sisma en Zacatecas, y los padres que
apostataron fueron; El Padre Ramón Valenzuela, un Padre franciscano (Aguilar),
un padre Dominico (Alcántar), de Sombrerete (Laicitas), y un mercedario. Dicen
que duro unos seis meses, hasta que llego el General Ramírez y el General
Leonardo Márquez, y salieron huyendo los federales, y el Sr. Cura Colmenero
abrió la Parroquia mayor de Zacatecas.
En Guadalajara,
en una carta pastoral nos dice el Arzobispo Dr. D. Pedro Espinosa:
“Conociendo la vasta
extensión de la Diócesis y las dificultades que había para el más exacto
desempeño del ministerio pastoral, se dignó darnos un Obispo auxiliar mientras
se llevaba a cabo la división y erección de la de Zacatecas”.[6]
El día 19 de marzo
de 1862, su Santidad, deseando cuanto antes proveer de legitimo Pastor a la
nueva Diócesis de Zacatecas, por sus letras apostólicas, también en forma de
Bula que comienzan Romani Pontifici, dadas en San Pedro de Roma y en el mismo
año XVII de su Pontificado.[7]El
8 de abril de 1862 residiendo en León el Sr. Ignacio Mateo Guerra fue
preconizado Obispo de Marcópolis in Partibus In fidelium, con obligación de
residir en Guadalajara o en cualquier otro punto de la Diócesis para empeñar
las funciones de Obispo Auxiliar del Ilmo. Sr. Dr. D. Pedro Espinosa. Mas el 17 de marzo de 1863, fue
trasladado al Obispado de Zacatecas, cuya nueva creación había sido anunciada
por S. S. el S. Pio IX en consistorio del 16 del mismo mes y año. En principios de 1864 se dirigió a
esta capital con objeto de ser consagrado, y lo fue en efecto, en 28 de
Febrero, en el templo de Santa Teresa la antigua. Recibió la consagración de
manos del I. S. Dr. D. Pedro Espinosa primer Arzobispo de Guadalajara, asistido
de los II. SS. Dr. D. Carlos María Colina y Rubio obispo de Puebla, y Dr. D.
Pedro Barajas obispo de San Luis Potosí. D. Teodosio Lares, antiguo e íntimo
amigo del nuevo obispo, y el Sr. D. Manuel Jacinto Guerra su hermano menor. [8]
El Ilmo. Primer Obispo de Zacatecas, Dr. D. Ignacio Mateo Guerra, colección: Concepción Ortega Márquez. |
El 4 de junio de
1864 la Archicofradía del Purísimo Corazón de María, en unión del católico
pueblo zacatecano, celebraba, reunidas en una, la fiesta del Purísimo Corazón y
el feliz término del Mes de María, fue el designado en los decretos eternos
para dar solemne principio a la erección canónica de la Catedral y del nuevo
Obispado de Zacatecas, la que tuvo feliz término al siguiente día 5 ente las
ocho y diez de la mañana, con la majestad y pompa tan propias de las fiestas cristianas.[9]
El Purísimo Corazón de María, patrona de la Diócesis de Zacatecas. Oleo sobre tela, Seminario Conciliar de la Purísima, Guadalupe, Zac. |
El Canónigo
Felipe Santana nos dice así, sobre la erección de la Diócesis de Zacatecas:
“No es pues de extrañar
que ya de antiguo alentasen los zacatecanos el deseo de la erección de una
Diócesis, deseo que parece haber flotado en el ambiente de la primera mitad del
siglo XVIII cuando se construyó la Iglesia Parroquial con magnificencias de
Catedral.
Fácilmente me puede
engañar la memoria, pero conservo la idea de haber leído en alguna parte que a
principios del siglo XIX se trataba de la erección de esta Diócesis.
Sea lo que fuere, el
primer documento en que constan esos deseos es una carta por el Sr. Cura D.
Juan José de Orellana el 10 de septiembre de 1852 al Ilmo. Sr. Dr. D. Diego de
Aranda, Obispo de Guadalajara. Había aquel tomado posesión de este Curato el 10
de mayo anterior y < como todo Zacatecas a mi venida ha esperado que trabaje
yo en la Parroquia>, dirigió una comunicación oficial al Prelado en la
primera de las fechas mencionadas, pidiendo las autorizaciones necesarias para
emprender en la construcción del Ciprés o templete del altar mayor y junto con
esta comunicación que dice: <….aquí hay alguna agitación para promover por todos medios la erección de
Obispado en esta Capital >, lo cual parece al Párroco un motivo más para que
se le conceda su petición, porque teme que de < negarse su Ilma., no me
equivoco, se agitaran más los ánimos>. El Sr. Aranda contestó a los dos
escritos del Sr. Cura en larga comunicación fechada en Guadalajara el 17 del
mismo mes y año. En lo conducente a nuestro asunto dice: < Sesto, (sic) otra
de las ventajas que alega U. resulta de la inversión de los bienes de las
cofradías en el altar, es: no fomentar con la negativa las pretensiones (sic)
del vecindario de que se erija Zacatecas en Obispado: esta no es ventaja (;)
ventaja sería que se erigiera por que se me exoneraría de una gran parte de mis
trabajos, mortificaciones y responsabilidades que pesan sobre mí en esta vasta
Diócesis: tal pretensión (sic) es muy justa siempre que se guarden todos los
requisitos canónicos y se haga por la
santa Sede con provecho de todos a parte de mi Diócesis >.
La agitación, lejos de
cesar, siguió adelante. El R. P. Fr. José María Romo de Jesús Pro – secretario
de la Mitra de Zacatecas abría en 1864 el Libro de Gobierno con estas palabras:
< Debiera comenzar este Libro de Gobierno con el Expediente formado
para solicitar de Su Santidad la
erección de este nuevo Obispado; pero el primero que se formó el año de 1854 y
único de que se tiene noticia no tuvo efecto, ni se tiene a la mano>, ¡Ojala
que un día en algún escondrijo de algún archivo apareciere tan interesante
documento!”
El R. P. Fr. José María Romo de Jesús, Colcección: Fr. Octavio de la Cruz. |
Más
adelante nos sigue diciendo el Canónigo Santana:
“Aparte de otras
disposiciones secundarias o que no fue posible cumplirlas y de todas las
cláusulas de estilo para dar valor y firmeza a la Bula, solo resta decir que el
Papa constituye a Zacatecas sufragánea del Arzobispado de Guadalajara que
pronto había de ser erigido y nombra su Delegado para llevar a efecto la erección
de la Diócesis al Sr. Obispo de Guadalajara y lo faculta para nombrar un
Subdelegado, si él se viese impedido de hacerlo.
El Sr. Espinosa firmo
en Guadalajara a 10 de mayo de 1864 el decreto de ejecución y como muy a pesar
nuestro no podemos estar pronto allá, en Zacatecas, nombra Subdelegado al Sr.
Lic. Jesús Ortiz, Prebendado de la Catedral en Guadalajara y Gobernador de
aquella Mitra, quien recibió en Lagos la comunicación respectiva y el 27 la
contesto aceptando el nombramiento y designo para Secretario al Sr. Cura de
Tlaltenango D. Rafael Herrera.
Llego el Subdelegado
Pontificio el 2 de junio, ocupóse el 3 en arreglos previos a la erección y, sin
haberlo pretendido, esta se inició el sábado 4, día en que aquel año se
celebraba la fiesta del Purísimo Corazón de María.
El siguiente día, a
hora oportuna llegaron al Templo parroquial y ocuparon los asientos para ellos preparados el Sr.
Prefecto, una comisión del Superior Tribunal de Justicia y el muy Ilustre
Ayuntamiento de la Ciudad. El Sr. Subdelegado Apostólico fue también este día
acompañado por ambos cleros en el
trayecto de su casa a la Parroquia, a cuya puerta mayor fue recibido con las
ceremonias de rito y una vez que hubo ocupado su sitial bajo dosel en el
presbiterio, el Secretario leyó todos los documentos pontificios relativos a la
nueva diócesis. Siguió la misa solemne y Te Deum a toda orquesta en acción de
gracias y para concluir se publicó el nombramiento de Gobernador de la Mitra
hacho por el Ilmo. Sr. Guerra en favor del M. R. P. Fr. Diego de la Concepción
Palomar, Comisario General de los Colegios de Propaganda Fide en la Republica.
El Sr. Ortiz dio cuenta de todo al Ilmo. Sr. Guerra “Para que V. S. I. se digne
satisfacer lo más pronto posible los ardientes deseos que tienen los
zacatecanos de verlo en su Palacio Episcopal.”
Retrato del Padre Fr. Diego de la Concepción Palomar, último Padre Guardián, antes de la exclaustración del Colegio de Guadalupe, Zac., en 1859. Colección: Fr. Octavio de la Cruz. |
El Padre Fr. Diego de la Concepción Palomar. |
El 28 de febrero, encontrándose
ya para esos días en Rincón de Romos, de donde salió para Ojocaliente el día 8.
El 9 recibió ahí varias comisiones que fueron a saludarlo, entre ellas las del
Excmo. Gobierno político, Tribunal Superior de Justicia, Comandancia General
del Departamento, Prefectura y Clero de la Ciudad. Viaje triunfal fue el de
Ojocaliente a Guadalupe verificado el 10, continuamente llegaban numerosos
grupos de personas de lo más selecto de la sociedad zacatecana y de las
rancherías circunvecinas, ansiosas de conocer y saludar a su Pastor y recibir
su primera bendición, y tantas y, tales pruebas de filial veneración le dieron
que le arrancaron lágrimas de ternura. En Guadalupe fue mucho mayor el
concurso, y S. S. Ilma. Fue recibido en la población con la solemnidad posible,
y en el Santuario del Colegio Apostólico, además con la que prescribe el
Pontifical Romano.
El 11 permaneció S.
Ilma. En la mencionada Villa por las repetidas instancias de muchos señores que
así se lo suplicaron.
El día 12 siguiente, S.
S. Ilma. salió de Guadalupe para la Capital a las ocho de la mañana, y al
llegar a la plazuela de San Juan de Dios se encontró con numeroso grupo de
niñas vestidas de blanco que lo esperaban para saludarle y en nombre de todas
le dirigió una breve alocución de
bienvenida la niña Manuelita Tello. También hablaron Juan Pedro Ponce y
Herlinda Ponce. En el templo se revistió con la Capa Magna, Sagrada Mitra y
Báculo.
Allí aguardaban a S. S.
Ilma. El Ven. Clero Secular y Regular, que habían salido de la Catedral
revestidos de sobrepelliz, y procesionalmente, bajo la presidencia de los
Señores Subdelegado Apostólico Lic. D. Jesús Ortiz y Gobernador de la sagrada
Mitra el M. R. P. Fr. Diego de la Concepción Palomar. Formaban parte de la
comisión el Excmo. Gobierno Político, el Superior Tribunal de Justicia, el M.
I. Ayuntamiento, el Señor Prefecto y muchos vecinos distinguidos de la Capital,
fuera del numerosísimo concurso de todas las clases de la sociedad.
Después de haber sido
recibido el Ilmo. Señor Obispo con la mayor solemnidad en la repetida Iglesia
de San Juan de Dios, comenzó allí la solemne procesión, viniendo el Digmo.
Prelado bajo del palio a la Santa Iglesia Catedral, donde lo aguardaban el Excmo.
Señor Comandante General del Departamento con todo su Estado Mayor. Al entrar
al umbral del santo Templo, el repetido Señor Subdelegado Apostólico le ofreció
el agua bendita e incienso a S. Ilma., quien arrodillado oró allí ante el santo
Crucifijo y prosiguió la procesión hasta el Presbiterio, donde el Venerable
Prelado se sentó bajo el sitial, acompañado de los señores Subdelegado
Apostólico y Gobernador de la Sagrada Mitra: de ambos Cleros, de las
Autoridades civiles, militares y municipales con sus respectivas corporaciones.
Todos se colocaron en el lugar correspondiente; y por su orden se fueron
acercando a S. Ilma. al besa mano prevenido por el ritual en signo de
obediencia.
El Secretario de la
Subdelegación leyó por disposición del Sr. Subdelegado los Breves Pontificios
dirigidos al Ilmo. Señor Guerra, al M. I. Cabildo, al V. Clero, a los hijos y
al pueblo de Zacatecas. Se predicó un sermón análogo a la solemnidad y termino la sagrada
ceremonia con un magnifico Te Deum en acción de gracias. Volvió inmediatamente
el Ilmo. Señor Obispo con el acompañamiento susodicho a la casa de su morada.”[10]
De este modo el 5
de junio de 1864 quedo erigida con todas las solemnidades canónicas la nueva
Iglesia de Zacatecas, y el I. S. Guerra hizo su entrada a la ciudad episcopal
entre diez y once de la mañana del 12 del mismo mes y año. El cabildo
eclesiástico que fue instalado pública y solemnemente el 1° de Noviembre de
1864. Con cuatro Canónigos, y asistieron las autoridades civiles y militares,
años después fueron ocho los canónigos.
Así nació la
Diócesis de Zacatecas hace 150 años.
Guadalupe, Zac. 20 de Mayo de 2014.
Panormica de Zacatecas por el año de 1863. Col: Federico Sescosse Lejeune. |
La Parroquia Mayor de Zacatecas, año 1863. c. |
El Primer Obispo de Zacatecas, Dr. D. Ignacio Meteo Guerra. Coresía de Fr. Octavio de la Cruz. |
El Padre Historiador Fr. Ángel de los Dolores Tiscareño. |
Fotografía: Cortesía del Padre Historiador Fr. Octavio de la Crz, O.F.M. del Convento de Guadalupe, Zac.
[1] El Ilustrísimo Señor Dr. Don Ignacio Mateo Guerra y
Alba. Dignísimo Primer Obispo de la Iglesia de Zacatecas. Zacatecas. Imprenta
de Francisco Villagrana. Calle de la Compañía, núm. 4. 1871. Pág. 23.
[2] Ídem. Pág. 25
[3] Reseña de la entrada del Ilmo. Señor Arzobispo Dr. D.
Pedro Espinosa a Guadalajara al Regreso de su destierro. Guadalajara.
Tipografía de Dionisio Rodríguez. 1864.
[4] Tiscareño, Fr. Ángel de los Dolores, El Colegio de
Guadalupe. México. Tip. José María Mellado. Calle de Chavarría Núm. 6. 1903.
Pág. 221.
[5] Vida Nueva. Una palabra comprometida en el Iglesia.
Diócesis cumplen 150 años. Del 6 al 19 de abril de 2014. Núm. 57. Pág. 30.
[6] Pastoral del Ilmo. Señor Arzobispo de Guadalajara a
la vuelta de su destierro. Guadalajara. 1864. Tipografía de Dionisio Rodríguez. Calle de santo Domingo, núm. 13.
Pág. 8.
[7]
El Padre Tiscareño nos dice que la fecha de la Bula fue dada en S. Pedro de Roma
el año de la Encarnación del Señor 1863, el décimo día antes de las Calendas de
Febrero, y en el año XVII del Pontificado de Pio IX.
[8] El Ilustrísimo Señor Dr. Don Ignacio Mateo Guerra y
Alba. Dignísimo Primer Obispo de la Iglesia de Zacatecas. Zacatecas. Imprenta
de Francisco Villagrana. Calle de la Compañía, núm. 4. 1871. Pág. 28.
[9] Tiscareño, Fr. Ángel de los Dolores, El Colegio de
Guadalupe. México. Tip. José María Mellado. Calle de Chavarría Núm. 6. 1903.
Pág. 222.
[10] Santa Ana, Arcediano Felipe. “Erección de la Diócesis
de Zacatecas”. Congreso Mexicano de Historia IX Sección. Primera Asamblea de
Mesa Redonda. Publicado en tres Trabajos por el Canónigo Antonio Aguilar, 1949.
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