La Bufa de Montserrate.
Por Bernardo del Hoyo Calzada.
La formación de este cerro data de hace
doscientos millones de años en el periodo geológico del Triásico Superior,
cuando un enorme meteorito impacto en este lugar y formó un cráter de más de cuarenta
kilómetros de diámetro. El impacto fundió el material y lanzó mucho polvo a la
atmosfera, que luego que se asentó, formó una costra de unos 60 centímetros de
espesor en un área de 40 kilómetros, que con el tiempo y la lluvia se oxido y
el hierro fundido se convirtió en hematites (oxido férrico), por eso se puede
ver en la fotografía del Google Earth toda la zona de color rojo, y como dijo
el poeta don Ramón López Velarde “un cielo cruel y una tierra colorada”, así
tenemos que la tierra colorada no es más que el mineral de hierro oxidado
producto de un impacto meteórico. Luego el mismo impacto fracturó la corteza y
formó varios volcanes dando origen a la sierra de Zacatecas. El magma derritió
parte del meteorito y luego es expulsado en forma de lava a la superficie. Las
ricas vetas de plata y otros metales y la lava arrojada a la superficie
formaron las bufas en la serranía, de las que hay varias.
Bufa
es un pórfido emborrascado, así nos lo dice el mineralogista prusiano don
Federico Sonneschmidt a fines del siglo XVIII, en uno de sus libros: “Descripción
mineralógica de los principales distritos mineros de México o de Nueva España.
1804”, publicado en Alemania y traducido al español.
“Un
pórfido emborrascado y que forma rocas de las llamadas bufas, cubre en muchos
parajes la pizarra, especialmente por el lado de la villa de Jerez, en donde se
levanta desde el seno de estas formaciones porfíriticas una montaña en forma de
campana, que es el cono de basalto llamado la Campana de Jerez”.
En
Prusia vio el libro el Varón don Alejandro Humboldt o Alexander von Humboldt
(también prusiano), en su libro: “Ensayo político sobre el reino de la Nueva
España”, volumen 3, pág. 113, lo cita:
“Un
pórfido emborrascado y que forma rocas de las llamadas bufas, cubre en muchos
parajes la pizarra, especialmente por el lado de la villa de Jerez, en donde se
levanta desde el seno de estas formaciones porfiriticas una montaña en forma de
campana, que es el cono de basalto llamado la campana de Jerez”.
En
el libro el Museo Mexicano toman esta referencia de lo que es bufa.
Años
después en 1861 el geólogo don José Burckard publicó una Carta geológica y
cortes de la Serranía de Zacatecas, y en el cerro de la Bufa nos dice “Cerro de
las Bufas”, por ser tres las bufas que se les llama también crestones; el
crestón chico, donde está el observatorio meteorológico, el crestón grande en
el centro que es el que se conoce como Bufa, y el crestón chino, donde está la
cueva del chino, como podrán ver en el plano.
Después se dijo que Bufa es vejiga de cerdo,
cosa que es totalmente falso y sin fundamento y aun lo siguen diciendo los
guías de turismo en Zacatecas.
La Bufa de Montserrate.
Montserrat o Montserrate es una montaña en
Cataluña, y en su juventud la visitó don Juan de Tolosa antes de partir a la
gran aventura en Indias o la Nueva España. Y en la Nueva Galicia participó en
la famosa batalla del Peñón del Mixtón, en lo que ahora es el estado de
Zacatecas, que tuvo lugar en 1541 y el 14 de febrero de 1542 se funda la actual
ciudad de Guadalajara, Jal., en el valle de Atemajac. En ese mismo año los
españoles mandaron poblar y fundar algunos pueblos con indios pacíficos para
contener o defenderse de las tribus chichimecas. Estos pueblos son: Taltenango,
ahora Tlaltenago, Colotlán, Huejucar, Etzosticacan, ahora Susticacan, Tenango,
Quitanaque, ahora Atitanac, Tepezala, San José de la Isla, ahora Genaro Codina,
entre otros pueblos indígenas.
Además, después de la guerra del Mixtón se
descubrieron las minas de Bolaños, y otras más, y un indio del que no se sabe
su nombre, y que había trabajado en las minas de Bolaños paso a vivir a
Tenango, en lo que ahora es el municipio de Villanueva, Zac., y se desbalagó al
norte donde encontró un placer de plata, y sacó una muestra, que estuvo
mostrando a los españoles y dio con Juan de Tolosa, que le interesó mucho,
luego fue Juan de Tolosa a Nochiztlán que ya era encomienda de don Miguel de
Ibarra, y le mostró el mineral a don Miguel, y se asociaron en la empresa del
descubrimiento de esta veta, que el indio les comunicó. Enseguida don Miguel de
Ibarra le facilitó 20 indios esclavos de su encomienda y partiendo de
Nochiztlán, fueron a Tenango, Villanueva, Zac., y de ahí a Quitanaque, y siguiendo
el derrotero comenzó el lugar inhóspito y desconocido para don Juan de Tolosa.
Llegó al nuevo descubrimiento el 8 de septiembre de 1546 día en que la Iglesia
celebra el nacimiento de la Virgen María, en la fiesta de la Natividad de
Nuestra Señora. Dicen los testigos presentados por Juan de Tolosa en 1550 que
tomaron unas tres cargas de mineral y al día siguiente regresaron a Nochiztlán,
donde don Miguel y don Diego de Ibarra, analizaron las muestras y ensayándolas
encontraron plata y plomo. En menos de un mes regresaron al sitio no sin antes debió
de ir Juan de Tolosa a Guadalajara a registrar la mina o el hallazgo, a lo que debió
manifestar Juan de Tolosa, que el hallazgo fue en un lugar donde está un cerro
parecido al Montserrate, en Cataluña, y decidió ponerle que su mina
descubridora se encontraba en el cerro de Monteserrat o el sitio de
Montserrate, por el parecido del cerro de la Bufa con el de Montserrate,
español. Además, porque en Cataluña se celebraba a Montserrate el 8 de
septiembre, al igual que la Natividad de María en varias partes de la
cristiandad. Así quedo registrada la mina descubridora de Juan de Tolosa, la
del 8 de septiembre con el nombre de la “Mina Descubridora de Montserrate”. Si
este lugar se hubiera llamado Zacatecas, entonces el registro de su mina
descubridora se llamaría “La Mina Descubridora de Zacatecas.”
El cerro se le conoció como “la Bufa de
Monserrate”, y así nos lo dice mi tío el historiador don Eugenio del Hoyo
Cabrera en su artículo “Roncesvalles y las Alpujarras en las Lomas de Bracho”. Diego de Ibarra en representación de su tío
don Miguel de Ibarra y don Juan de Tolosa, trabajaron la mina descubridora, y
el sitio se le conoció como el mineral de Monserrat o Montserrate.
Al poco tiempo, vivía en la ciudad de
Guadalajara don Andrés de Villanueva, y se le desbalagó un esclavo, que,
teniendo noticias de él, fue en su búsqueda y llegó a Montserrate, donde
encontró al esclavo y le gustó el sitio encontrando una mina junto a la mina
descubridora, a la que le puso el nombre de Descubridora de Villanueva. Con la
bonanza a la que acudieron varios españoles como don Andrés de Villanueva, vino
o fue invitado al nuevo descubrimiento el capitán don Cristóbal de Oñate, que
había fundado el actual Guadalajara, y encontró minas en Zacatecas y en Panuco,
Zac., don Diego de Ibarra encontró la famosa mina de San Bernabé, el 11 de
junio de 1548, la primera veta de importancia, porque para 1550 la mina
Descubridora de Montserrate, se le conoció como la “Mina Pobre de Miguel de
Ibarra”.
También en 1548 don Baltazar Temiño de
Bañuelos, el día de San Benito, encontró la Albarrada de San Benito, y con
estos hallazgos comenzó la gran bonanza minera que hizo que los españoles le
dieron por llamar a real de minas con el nombre de “Las Ricas Minas de los
Zacatecas”, por estar este nuevo mineral o real de minas en territorio de los
indios zacatecos.
El nombre de Monserrate quedó relegado al
olvido, y con el incendio en 1622 de la Parroquia Mayor se perdieron; el
archivo parroquial y los registros de minas o denuncios de minas. La mina pobre
de Miguel de Ibarra pronto dejó de trabajarse y solo quedó en tajos, y por un
documento de fines del siglo XVIII sabemos que la mina descubridora de
Monserrate se le conocía como los tajos de Monserrate.
“María
Gertrudis Vallejo vecina de esta ciudad como mejor proceda de derecho y en
conformidad de Reales Ordenanzas de las del nuevo cuaderno de minas parezco
ante Vuestra Señoría y digo: que hago denuncio en forma de una por honda, yerma
y despoblada más tiempo del por ellas prevenido que está en el cerro de los
tajos de Monserrate a la parte del norte a la falda de él, cuya boca mira al
oriente, y esta distante del camino real que va para Vetagrande como cincuenta
varas, que se ha llamado el Carmen, y ahora le pongo el Aumento, y su ultimo
poseedor fue María de Jesús Herize vecina de esta ciudad y la denuncio con su
término y medidas de ciento veinte varas de largo y sesenta en cuadro, y con
todas las catas, escarbaderos y minas hondas que en su pertenencia se viere, y
en el derecho de prueba daré. Etc.”
Este
documento pertenece a Juan Antonio Rivas Carrillo hijo de don Juan Antonio
Rivas Cervantes, al que le doy las gracias por mostrármelo y permitirme
citarlo.
Los
tajos son las antiguas minas que quedan despobladas y con terreros en la superficie,
o que fueron minas a tajo abierto, así tenemos los tajos de Panuco, los tajos
de otras minas.
En todos los reales de minas existen o existieron
las minas descubridoras, y aquí en Zacatecas no fue la excepción. Los historiadores
del siglo XVIII, al no tener noticia de la primera mina descubierta, se basaron
en lo publicado por el conde de Santiago de la Laguna en la que en una orla encontró
escrito que la primera mina fue la de San Bernabé,
“Y porque en cuanto al año de este descubrimiento
varían cuantos del han tratado, pondré aquí lo que hallé escrito en un letrero
que en la capilla de los Reyes de esta Iglesia Parroquial servía de orla,
coronándola alrededor de su solera, hecha a expensas de dicho Baltasar Temiño
de Bañuelos, para que sirva de recomendación a lo futuro. Decía pues así: “Año
de 1546, día de la Natividad de Nuestra Señora, a 8 de septiembre, entré en
estas minas yo Juanes de Tolosa, y año de 1548, día del señor San Sebastián, a
20 de enero entré yo Baltasar Temiño de Bañuelos en estas minas, y en este
mismo año, día del señor San Bernabé, a 11 de junio se descubrió la veta de San
Bernabé, que fue la primera veta de plata que se descubrió, y en este mismo
año, día de san Benito, se descubrió la veta de la Albarrada de San Benito, y
este mismo año, día de Todos Santos, se descubrió la veta de Pánuco, y por
haberse quemado la iglesia parroquial, año de 1622, a 4 de diciembre, reedificó
esta capilla Doña Catalina de Oñate Rivadeneira viuda de don Diego Temiño de
Bañuelos”.[1]
En un documento que se encentra en la Biblioteca
y Archivo de la Crónica del Estado de Zacatecas, consta sobre la mina
descubridora, pero no se trata de la de Montserrat, sino de la de San Bernabé:
“La
mina principal de que se trata fue descubierta en este Real el día once de
junio del año de mil quinientos cuarenta y seis, siendo la primera, o la que
vulgarmente se intitula con el nombre de Descubridora. Su situación, la buena
calidad de su veta por lo que la experiencia la acredita en otras minas
establecidas y disfrutadas en ella, y los fragmentos de obras que aún se
reconocen en aquel rumbo no dejan duda de que cuando se laboreo en remotos tiempos, seria utilísima y de buenas
leyes de metal; pero en la actualidad solo se reconoce un paraje desierto,
lleno de varias bocas de mina y de tiros hundidos y derrumbados, aterradas
enteramente todas las antiguas labores, y llenas de agua; cuyos perennes
manantiales corren sin cesar según se reconoce, y finalmente un objeto capaz de
formar el concepto más dudoso de su prosperidad.”
Y
más adelante dice:
“Certificamos
que la mina nombrada San Bernabé y sus anexas, como descubiertas desde el día
once de junio de mil quinientos cuarenta y ocho según se percibe de los papeles
de minas de este archivo sin haberse vuelto a trabajar con formalidad en la dilatada
serie de doscientos y tantos años, se halla tan derrocadas, aterradas,
inundadas de agua que no es posible registrarlas, no solo en el interior de
ellas, pero aun la superficial veta se aterroriza advirtiendo los horrorosos
quebrantos, y hundidos que aparecen de los que progremente esta manando el agua
hasta el arroyo inmediato por cuya contiguedad, y la de dos eminentes cerros
que tiene a los vientos oriente y poniente es de creer, y con mucha probabilidad
que estas sean muy abundantes.”
Continuara.
[1] SALINAS de la Torre Gabriel. Testimonios de Zacatecas. Imprenta
Universitaria México, 1946. Págs. 70 y 71.
Hola, hola, yo solo quiero dejarles mi articulo que habla sobre los postres tipicos de zacatecas, espero les guste y acepto sus criticas por comentarios de mi blog
ResponderEliminarMe gustó mucho las publicaciones que tiene, mi familia es de Nieves y Río Grande, Zacatecas, mi abuela, bisabuela, etc. Calderón de la Barca, mi bisabuela Mamá Sarita Zapata Aguado, mi chosno Juan Aguado, etc. Muchas gracias por la investigación e información que nos hace el favor de acercar, llegué aquí justo porque estaba buscando información de mi familia. Saludos Yvi Núñez
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