martes, 21 de mayo de 2019

¿Aztlán, en territorio zacatecano?


   ¿Aztlán, en territorio zacatecano?

      ¿Aztlán, en territorio zacatecano?

      Por Bernardo del Hoyo Calzada.

      Valga esta hipótesis que me atrevo a mencionar para que quede memoria en los años venideros de cómo me atrevo a señalar que en territorio zacatecano está el lugar de Aztlán, el mítico lugar que se ha señalado y donde partieron los aztecas a fundar el México Tenochtitlan, hoy ciudad de México.
    Mi culto padre don Carlos del Hoyo Cabrera en un viaje que realizamos de la ciudad de Guadalajara, Jal., donde vivía a la ciudad de Zacatecas, y al pasar por la zona arqueológica de la Quemada me dijo que en este lugar llamado Chicomoztoc, pasaron las tribus aztecas para fundar por el año de 1325 Tenochtitlán.   
   Quizá desde ese momento me intereso la arqueología mexicana, tendría unos 14 años de edad y en mis 15 años en 1970 mis padres nos trajeron a vivir a esta ciudad de Zacatecas. que luego que me enseñoree de este lugar minero mi nueva vocación sería la de estudiar Ingeniería Química, y desde luego comencé a coleccionar rocas, minerales y fósiles zacatecanos, que había bastantes, porque en Guadalajara solo conocía la piedra pómez, ya que el valle de Atemajac está asentado en capas grandes de sedimento de pumita, y la piedra ligera casi flotaba en el agua, en los arroyos de los Colomos.
   Los minerales zacatecanos pronto llamaron mi atención y comencé a coleccionarlos, y aprendiendo sus nombres y propiedades, así me inicié en el estudio de los minerales y rocas. Antes de terminar mi carrera de Ingeniero Químico, mi hermano Luis Humberto encontró una mineral en el cañón de Juchipila de geodas o mini geodas que comencé a trabajar la mina y deje mis estudios obteniendo solo la Carta de Pasante, en 1978, y dure con la mina unos seis años, hasta que tuve que dejarla, por razones que no quiero aburrirles con este tema.
    Luego de mi fracaso con la mina decidí dedicarme a la arqueología, para lo cual adquirí una cámara fotografía para enseñarme a tomar fotografías en una forma más profesional, decía yo, que para cuando siendo arqueólogo encontrara algo importante o un hallazgo por tomar las fotos respectivas, solo que en ese tiempo no había aquí en Zacatecas la carrera de arqueología, y además no tenía dinero para ir a estudiar a otro lugar, solo que tenía que empezar de cero, y me hice artesano y fotógrafo para poder sobrevivir, los cinco o seis años que habían trascurrido se me había olvidado la química, y ya no me interesaba estudiar. De artesano pase a tomar fotos y videos, para comer e investigar en los archivos mi genealogía, yo solo me enseñe a paleografía y realizar trabajos de investigación, no estudie la carrera de historia, pero en 1988 se me publicó mi primer trabajo de historia.  
   He tenido muchos hallazgos historiográficos en los archivos, el más sorprendente en que la ciudad de Zacatecas fue bautizada con el nombre de Montserrate. Y así son varios lo que he investigado y que considero verdaderos hallazgos para la historia.
   En el campo de los minerales y las rocas aparte de la mina de geodas o mini geodas, he encontrado muchos sitios de minerales y zonas arqueológicas, que he reportado al INAH, junto con mi padre. Así como mi tío Eugenio del Hoyo Cabrera, hermano de dicho mi padre, que me platico en vida que el reporto al INAH cuatro sitios arqueológicos en el cañón de Juchipila, donde estuvo trabajando como topógrafo, sobre todo en Agua Blanca, donde hay una pirámide pequeña como de cinco metros.
  En la zona prehispánica de Aridoamérica y en el semi desierto zacatecano, habitado por algunas culturas y después por tribus nómadas llamadas los chichimecas, es común encontrar puntas de flecha o de proyectiles de obsidiana, basalto y pedernal, así como muchos tepalcates y hachas de piedra, metates huilanches, y otros objetos que podemos ver en los museos comunitarios.   
  No se ha hecho un museo arqueológico zacatecano que pudiera representar las culturas cuando Zacatecas era Mesoamérica y cuando fue Aridoamérica, de la que se han confundido varios arqueólogos e historiadores.
    Por los años de 1980s mi amigo Robert Stem me regalo por varios años la revista National Geographic, de la que me he enterado de los hallazgos arqueológicos de todo el mundo. Y comencé a comprar revistas de arqueología españolas y mexicanas, así como de México Desconocido. De esta manera quiero decirles que no soy arqueólogo sino un simple aficionado, pero con muchos años de experiencia en el campo, cosa que no tienen muchas personas que tienen títulos o estudios en la historia y arqueología.

La Salada, Fresnillo, Zac.

    Un hallazgo casual me ha hecho escribir estas líneas, todo comenzó hace algunos años cuando en el año 2009, hace 10 años, encontré meteoritos y un gran cráter de impacto meteórico en Concepción del Oro, Zac., del que ya he publicado en internet casi todo lo referente a cráteres de impacto meteórico y meteoritos en México.
     Un amigo me llevó a Sierra de Órganos en el municipio de Sombrerete, Zac., donde encontramos unos 60 cráteres de impacto meteórico, mismos que publiqué en internet, y donde lo vio mi amigo el Ing. Industrial Abrahán Hernández de la Salada, Fresnillo, Zac., que se comunicó conmigo para avísame de la existencia de más de 200 cráteres de impacto meteórico en la región de Fresnillo en torno a la laguna salada llamada “la Salada”. Cuando fui por primera vez me dijo Abrahán que la laguna salada está en una gran hondonada, que podrá ser cráter de impacto meteórico.   

     Al estudiar esta zona de impactos comprobamos que efectivamente se trataban de verdaderos impactos meteórico, incluso la lagua de la Salada tiene el chichón o parte del meteorito que origino el cráter. Así mismo geológicamente se ve en las orillas de la laguna sedimentos paradas hacia arriba, que su verticalidad se comprueba de una gran explosión para dejar un cráter de unos cinco kilómetros de diámetro. También en la zona cero como dice Abrahán Hernández se pueden ver piedras negruzcas con olivina, que son productos del impacto meteórico, y lo más sorprendente varias casas y piso del atrio de la capilla tiene este material producto del meteorito. En una ocasión pasamos por una tienda en la comunidad de la Salada o antigua hacienda de la Salada, y vimos una gran piedra negruzca, que al poco tiempo después se le ocurrió al ing. Abrahán ponerle un magneto o imán y grande fue su sorpresa que era meteorito s ele pegaba el imán, asi mismo, comprobamos al encontrar fragmentos de meteorito en otro cráter llamado el Negro Deshidratado, y aun mas, encontramos en los hormigueros del cráter, polvo cósmico o micro meteoritos, al polvo negro se le pegaba al imán.  Así muchas sorpresas más, pero otra más grande es la que gracias a Abrahán es la que me trae a escribir estas líneas.


La mina prehispánica de jade en la Salada, Fresnillo, Zac.

   Sorpresa tras sorpresa, hallazgo tras hallazgo, aun me esperaban más, y el siguiente fue que el 10 de julio de 2016, el Ingeniero Industrial Abrahán Hernández, me llevó a conocer los cráteres de impacto meteórico por él encontrados en la región y alrededor de la laguna de la Salada, en el municipio de Fresnillo, Zac. 
   También me dijo que, en la zona lacustre, del otro lado de la hacienda de la Salada había encontrado tepalcates y puntas de flechas antiguas, en un montículo ya muy desvanecido donde esta una pequeña zona arqueológica prehispánica.
   Después de visitar algunos cráteres le pedí a Abrahán Hernández, que me llevara a la zona arqueológica, para conocerla.
Cosa que hizo, y cuando comencé a explora el sitio, grata fue mi sorpresa que encontré Jade prehispánico, si, Jade prehispánico, y para sacar pronto esta determinación le dije a Abrahán que había jade en el sitio, y luego me comentó que una persona haciendo adobes en la zona lacustre, encontró hace algunos años un esqueleto de un chichimeca con una punta de obsidiana incrustada en el cráneo y un collar, recogió la punta de flecha de obsidiana y el collar de jade blanco y los huesos los llevó al panteón. Y así quedo la cosa. 
    Quiero decirles que tengo ya más de 40 años que en compañía de mi padre don Carlos del Hoyo Cabrera, inicie la búsqueda de piedras, primero en los terreros de minas que hay muchos en los alrededores de Zacatecas. Luego ir al campo, al que mi padre me llevó a la antigua hacienda del Cacalote en el municipio de Tepetongo, Zac., propiedad que era de mi bisabuelo don Eugenio del Hoyo Sandoval.  Enterado mi tío el historiador don Eugenio del Hoyo Cabrera de que nos dedicábamos a las piedras semipreciosas, pues mi padre andaba buscando ópalos en territorio zacatecano. Y mi tío Eugenio le escribió a mi papa pidiéndole que él quería que le mandara piedras que se encuentra en un potrero del Cacalote, piedras decía mi tío, que eran translucidas y algunas tenían ramitas   por dentro, son ágata musgosa, con dendritas de pirolusita y de color blanco, para pulirlas, y cuando mi tío Eugenio cuando fue a España en compañía de su amigo don Federico Sescosse  Lejeune, nos trajo dos libros; a mi padre uno de piedras preciosas y semipreciosas ya que previamente nos había regalado una cortadora y una pulidora para piedras. A mí me trajo un libro de Rocas y Minerales. Eso fue por el año de 1976, que al poco tiempo de andar buscando ópalos, encontró mi hermano Luis Humberto del Hoyo Calzada, una mina de mini geodas con cascara verde, parecidas a las brasileñas, incluso le decía en son de broma las personas que eran de Brasil y me la creían. Bueno esa es otra historia.
  Yo, pronto me aficioné por la arqueología, los minerales, fósiles y también los meteoritos, mi padre se hizo lapidario y pronto tuvimos a un gran amigo Ricardo Peña, que nos traía discos con punta de diamante para cortar la piedra, y minerales que el llevaba de un lado a otro. Así aprendí muchos sobre los minerales, y él me ayudó a ampliar más mi colección de minerales, y entre las cosas que conservo y que Peña me dio es un meteorito y un huevo de dinosaurio, entre otras muchas piedras. 
Les digo todo esto porque no soy geólogo, soy apenas pasante de ingeniero químico, pero antes de ser investigador de historia, soy mineralogista, medio arqueólogo y ahora con los meteoritos, sigo investigando todo lo relacionado a los minerales y meteoritos.   
    Ya tengo más de dos años que he estado investigando el cráter de la Salada y la mina de Jade.
     Varios años salía los fines de semana al campo acompañando a mi papá, y buscamos minerales para hacer las colecciones de Rocas y Minerales, teníamos que clasificarlas, para eso mi padre me compró varios libros sobre rocas minerales y fósiles, que aun los conservo. Ahora con el internet, puedo más fácil mente investigar una piedra rara que encuentro en el campo o en las antiguas minas.
Por eso me resulto fácil identificar el jade cuando el Ing. Abrahán, originario de la Salada, me llevó al sitio. 
   Cuando le dije a Abrahán que tenía jade, me dijo que en toda la laguna habían sacado del fondo, en unos veinte pozos de exploración una piedra verdosa pálida. Luego me llevó con el señor que se encontró el collar de jade blanco, que el dicho señor y otras personas pensaban que era pedernal. Yo cuando lo vi, supe que se trataba de jade blanco, que no era pedernal, porque esa piedra de pedernal era bastante conocida para mí.
    Otra persona de la comunidad que me llevó Abrahán al andar investigando el sitio arqueológico tenía varias puntas de flechas y unas eran verdes, (Jade). Pueden ver las muestras en esta página, al final, en las fotos.
Vean esta página en internet:

La mina prehispánica de jade en la Salada, Fresnillo, Zac.



    Volvía a ir al sitio y Abrahán me mostró dos entradas de la mina, una se aprecia una excavación en la roca, en forma rectangular, y la otra se ha desmoronado, y unas personas de la comunidad decía que en tiempo de lluvia algunas personas entraban a la cueva con todo y caballo. Después encontramos más entradas a la mina, algún de ellas tiene unos como escalones escavados en la roca.  
   En la superficie encontré las vetas del jade, y explorando la región supe que no se trataba de una cueva sino de una mina, y no era metálica, era una mina muy antigua, que los minerales apenas se podían aprecia en la superficie de la mina, eran de jade verde, y todo el mineral sacado por los naturales estaba erosionado hacia la laguna salada.
   También me mostró Abrahán unos sumideros tipo cenotes, o sea que la tierra se ha sumido hacia abajo, y esos sumideros estaban precisamente donde iba la veta encontrada en la superficie. No tenía ya duda porque se trataba de la mina de jade que había colapsado. También me dijo que había otro hoyo al otro lado de la laguna. Cosa que esta ultima vez que fui a la Salada me la mostró. Y pude ver que también se trataba de otra mina de jade. Solo que esta su entrada por la erosión se ha tapado. Y por si fuera poco en un rio que desemboca en la laguna salada encontré sedimentos antiguos con mineral verde pálido y parados, al que le dije a Abrahán que tenía ya otra prueba de que la Laguna de la Salada, era un cráter de impacto meteórico, porque los sedimentos se encontraban parados como el cráter de Concepción del Oro, Zac. Ya no tenía duda y deduje que el impacto meteórico en su momento de impacto que elevó la temperatura a más de mil
grados centígrados, fundió el mineral de la sílice con el fondo de sedimentos y demás minerales y formó el jade.  
   También encontré dendritas de pirolusita o ágata musgosa blanca como la del Cacalote, y ya investigando en internet todas estas piedras me lleva a la única dedición posible, se trata de jade de distintos colores como se dice en esta cita:

En la literatura arqueológica, el término “jade” comúnmente incluye una serie de piedras verdes entre las que se encuentran la serpentina, la jadeíta, la crisopasa, la cloromelanita y diversos tipos de cuarzos a los que en conjunto se denomina “jade cultural” o “jade social”. Sin embargo, en términos minerales, el jade abarca sólo dos tipos de rocas: la nefrita (un silicato de calcio y magnesio del grupo de los anfíboles y que dan lugar al jade nefrítico, más común en Asia) y los silicatos de sodio y aluminio, del grupo de los piroxenos, que
originan el jade jadeítico propio de Mesoamérica. La coloración del jade puede variar según los elementos que haya en cada mineral. Por ejemplo, el cosmoclor es un silicato de sodio y cromo (NaCrSi2O6), lo que le confiere un tono verde esmeralda oscuro. Por su parte, la jadeíta es rica en sodio y aluminio (NaAlSi2O6), por lo que existen tonalidades que van del blanco, el verde y el azul verdoso al azul o al violeta. El jade se caracteriza por tener una dureza alta, ocasionalmente es traslúcido, y su superficie adquiere mayor intensidad cromática, así como un brillo y una tersura excepcionales cuando se le somete a un prolongado proceso de desgaste, pulido y bruñido”.

Las últimas investigaciones para el jade, son que solo hay una mina de jade en Guatemala, donde se ha probado que han surtido varias zonas arqueológicas, de los mayas y olmecas, y que en México se han encontrado jade solo en los lechos de los ríos, erosionados y no se han encontrado las vetas de jade como están en la Salada, por lo que es dese luego un hallazgo arqueológico importantísimo para la historia prehispánica mesoamericana. Porque sería la única mina hasta hoy encontrada en territorio mexicano. Y porque no decirlo que esta mina de jade se encuentra en territorio zacatecano.
Debo decirles que lo reporte al INAH, Zacatecas, y se me dijo que no era jade y no era mina, solo se trataba de una cueva kárstica, y les pedí que por favor mandaran a un especialista en jade prehispánico, y no he tenido repuesta, por eso pongo esto en mi blog, porque el día que ya no esté en este mundo, alguien tarde que temprano lo va a encontrar y va a decir que es hallazgo de él, y que yo no probé de que se tratara de una mina de jade.  
 Por eso pongo en fotografías las evidencias, para la consulta y la opinión de ustedes amables lectores. 
  
Las evidencias.

Cuando andaba con mi papa buscando ópalos, vi por Atitanác, Villanueva Zac., unas vetas largas con opalina, y me decían las personas que nos llevaron al sitio que escarbando más
profundo encontraríamos los ópalos, y en la Salada las vetas largar son como las de los ópalos, y es lógico que los indios siguiendo estas vetas que se encuentran a la orilla de la laguna buscasen un lugar más seguro para escarbar y no se inunde la mina, por eso las entradas a la mina están algo retiradas de la laguna, para que no se inunden.
   Otra razón es que vimos que las tres o cuatro entradas se comunican entre sí, y no se trata de una cueva como se me dijo por parte del INAH, se aprecia claramente que han colapsado, y si no se encuentra en la superficie piedra alguna extraída de la mina, pues esta se ha erosionado hacia la laguna. Las personas del INAH, tendrán que investigar más el fondo de la laguna buscando el mineral sacado y erosionado. Lo frágil del terreno y el tiempo remoto han casi borrado la mina como la conocemos hoy en día con los terreros. Pero esta no los tiene. Entonces si no es mina, ¿que andaban buscando los que escavaron y con qué fin? Son más de doscientos metros o más entre una entrada a la mina y otra. Y no pude ser cueva kárstica, porque esta tendría una entrada y una salida, por donde el agua la formó. Y no hay declive para decir que es una cueva kárstica, Falta hacer estudios más precisos por parte del INAH. El hecho de poner esta investigación en internet, es porque nadie me lo va a publicar, además el tiempo pasa, y afortunadamente una compañía minera que realizó sondeos en la laguna para sacar litio, desistió y se fue a trabajar a otro lugar, pero, pueden regresar y dar al trasto con la mina de jade, y no quiero que pase con las minas de crisocola que han llamado de Chalchihuites, porque el INAH, solo protegió la zona arqueológica e hizo un museo de sitio, pero, las minas de chalchihuites desapareció hace unos cuatro años, es decir, que una compañía minera arrasó con las minas prehispánicas de piedra verde o chalchihuites, pero, el verdadero chalchihuite está en la zona lacustre de la Salada, Fresnillo, Zac., en el camino prehispánico de Arizona donde se sacaba turquesa, pasando por chalchihuites donde se sacaba turquesa y crisocola, y pasaba por el jade de la Salada, y quizá también por la turquesa de Santa Rosa de Mazapil, Zac., a Teotihuacán, para surtir de piedras verdes a toda Mesoamérica.   

Guadalupe, Zac. 16 de septiembre de 2018.

En este año de 2019 agregue a este articulo la siguiente nota:

La composición química de las piedras preciosas y ornamentales.
Las piedras verdes o piedra chalchihuite que trabajaron los naturales en américa son:
La turquesa. - su composición química: fosfato a lumínico potásico conteniendo cobre.
Crisocola. - su composición química: silicato de cobre hidratado.
Serpentina. - su composición química: silicato magnésico básico.
Moldavita.- su composición química: anhídrido silícico (oxido de aluminio).
Jade. - sus dos variedades; jadeíta. - su composición química: silicato alumínico sódico.
Nefrita. - su composición química: silicato de calcio magnesio y hierro.
Las piedras chalchihuites que trabajaron los naturales y que se encuentran en la laguna de la Salada en el municipio de Fresnillo, Zac., son piedras verdes, que distan mucho de ser turquesa o crisocola, ya que son componentes del mineral de cobre, como se encuentran en el estado de Zacatecas, en Aránzazu, Concepción del Oro, Zac., y el mineral de Santa Rosa, Mazapil, Zac., así mismo en las minas antiguas ya destruidas de Chalchihuites, Zac.
El mineral de Jade en La Salada, Fresnillo Zac., no puede ser otro mineral más que el jade que trabajaron los naturales y que ellos los trasladaron a Mesoamérica y se encuentran en los museos, sería la única mina hasta hoy descubierta de jade en México. Solo existe una mina de jade en Guatemala, y en México solo se han encontrado minerales erosionados en algunos ríos del sur de México.
Esta última vez que fui con Francis Mestries, el 26 de abril de 2019, a la Salada, observé y me di cuenta que la explosión meteórica de un meteorito, fundió la sílice y junto con la sal y formó el jade que está compuesto de sodio, o sea sal que no es más que cloruro de sodio. Y el único componente de la piedra verde que tiene sodio, es el jade o jadeíta.
Y añado un último descubrimiento: mi amigo Homero Puente de San Juan de la Casimira, en el municipio de Fresnillo, Zac., ha encontrado ya tres cuentas de collar de jade prehispánico, junto con otras cuentas

 y puntas de flecha antiguas. Y esas cuentas solo pudieron ser llevadas a ese lugar de San Juan de la Casimira, de la Salada en el mismo municipio de Fresnillo, Zac.
Así que puedo decir sin temor a equivocarme que he encontrado los yacimientos de jade en México. Atentamente: Bernardo del Hoyo Calzada. 

Aztlán en territorio zacatecano.

    El último hallazgo lo tuve ayer 20 de mayo de 2019, en mi casa al estar investigando en internet, y por un video reportaje que me mando un amigo, es sobre el códice Boturini, que he compartido en mi página de Facebook, y estudiando el recorrido de Aztlán a Tenochtitlan me vino a la mente que yo he visto ese sitio considerado mítico.
   En la revista National Geographic del año de 1968 se publica lo referente a que habían encontrado el lugar de Aztlán en la isla nayarita de Mexcaltitán, y en esa revista que me dio mi hermano Carlos del Hoyo Calzada, supe de la existencia de esa isla, y consultando en internet, algunos historiadores dicen que no es claro el sitio de Mexcaltitán sea el lugar de Aztlán. Ya que esta isla está poblada con calles concéntricas y circulares, en medio de unas marismas, y algunos no están de acuerdo.
    Según los especialistas en este tema sitúan a Aztlán en el norte de México, incluso en los Estados Unidos de América, y otros lo relacionan con chichimecas, esto me indica que es en el altiplano mexicano, y en los estados de San Luis Potosí y Zacatecas.
    La ruta de las piedras prehispánicas que, desde Arizona, eran trasladadas hasta México Tenochtitlan y más hacia la zona maya, olmeca, etc. atravesaba Chihuahua, con Casas Grandes y la cultura Paquime, para entrar al estado de Durango, en donde debieron de encontrar placeres de oro, como todavía los hay, hasta la zona arqueológica de Ata Vista o Chalchuihuites, en donde en el cerro había minas prehispánicas de turquesa y crisocola, para proseguir su camino hacia el sur pasando por la Salada, Fresnillo Zac., con mina prehispánica de jade, y continuar con la zona arqueológica de la Quemada en donde se decía que era el mítico Chicomostoc. Y continuar hacia Guanajuato en Mesoamérica donde hay bastantes zonas arqueológicas, hasta llegar a Tula, etc.  ahora la ruta de la Plata declarada en el año de 2010 como Camino Real de Tierra Adentro, bien la Salada entra en esta ruta declarada como patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO.
    Sé que suena como un disparate decir que la laguna salada de “La Salada” es el antiguo Aztlán de donde salieron peregrinado por más de doscientos años las tribus aztecas llamados después mexicas y fundaron hacia el año de 1325 la ciudad de México Tenochtitlan.
   Las pruebas que todo ser quiere para aceptar una hipótesis es como sigue;
Primero: Aztlán significa lugar de garzas, y en este lugar hay o hubo bastantes, hay todavía gran variedad de aves migratoria que se alimentan de la laguna salada.  Con esta consulta algunos historiadores refieren que garzas o lugar blancuzco o blanco y este solo corresponde a una laguna salada, como lo es la mencionada laguna de la Salada, Fresnillo, Zac., así lo pueden ver con esta consulta en internet:
     “Por lo tanto, no es difícil situar a Aztlán en una vaga lejanía, o pensarlo como una hipóstasis mítica del posterior lugar de asentamiento de los aztecas en medio de la laguna de agua salada, ya que los pueblos sin historia no pueden representarse la vida de sus antepasados de modo distinto a como ellos, sus descendientes, acostumbraban vivirla; en todo caso, esta forma de representación habría sido la que sus descendientes se acostumbraron a manejar. (Seler, 1985: 326).”
Segundo: en el centro de la laguna la Salada se puede apreciar aun, aunque ya muy desgastado un islote, como lo pueden ver en este video:


que en su tiempo cuando la laguna tenía más agua era una verdadera isla, y debió de tener un templo prehispánico, solo que debió de ser muy frágil y se desmorono atreves de los siglos, erosionando todo hacia la laguna salada, y siendo un cráter de impacto meteórico tenía una gran andanada como se ha realizado con la investigación y sondeo por parte de una compañía china buscando litio, así me lo ha hecho saber Abran Hernández.
Tercero: se ha desechado que se Mexcaltitán el antiguo Aztlán, porque no tiene un cerro alto con una curva en la cúspide, pero en La Salada de Fresnillo, se puede apreciar ese cerro alto y es conocido como una de las dos tetillas en la hacienda del mismo nombre, muy cercano a este lugar, como lo pueden apreciar en esta foto.
Cuarto: los estudiosos piden que tenga una cueva donde adentro estaba un adoratorio a un dios prehispánico, y no lo tiene Mexcaltitán, pero si lo tiene la Salada de Fresnillo, Zac., en la cueva que he mencionado antes y que se cabo con el fin de extraer el jade del lugar, donde ahora está muy aterrada y que se dice que podía entrar un hombre a caballo.
     El sitio está muy erosionado y apenas se aprecian los terreros de la antigua mina, los lugareños o personas de la comunidad de la Salada dicen la Cueva del Indio y el Cerrito de los Indios.
Quinto: resulta sorprendente que en la zona lacustre de la Salada se encontrara a un Chichimeca, con un collar de jade y una punta de flecha de obsidiana en el cráneo, lo que significa que fue muerto por tribus bárbaras que asolaron la región y así se comprende que salieran hacia el sur y dejaran Aztlán para ir al valle de México las tribus aztecas.
Sexto: recientemente mi amigo Homero Puente nos comentó a Pablo Chávez Román y a mí que fuéramos a San Juan de la Casimira, Fresnillo Zac., donde se ha encontrado gran cantidad de objetos prehispánicos en la zona, y expusiera con mi amigo Lorenzo Rivas Valle en su museo una cuenta de collar de jade (Verde), y aún más me mostró una fotografía en la que un amigo de él, se había encontrado en el mismo lugar de San Juan de la Casimira, dos cuentas más de jade como lo muestro con una foto en esta página. San Juan de la Casimira, Fresnillo, Zac., está a unos 50 kilómetros de la Salada.       
     Por lo antes expuesto me atrevo a decir que Aztlán no es un mito, es una realidad y se encuentra en la Salada de Fresnillo, Zacatecas. Son ya varias evidencias; es un sitio prehispánico, con evidencias de que fue habitado mucho tiempo antes de la llegada de los españoles, es una mina de jade, y por lo tanto entra dentro de la ruta del Camino Real de Tierra Adentro, hay evidencias de una batalla sangrienta, es una laguna salada y blanca como se dice que Aztlán significa lugar de garzas o lugar blanco, son varias las evidencias que he encontrado y que se pueden observar a simple vista, y aún falta investigar más, que estaré poniendo si Dios quiere y me presta vida y siga obteniendo más hallazgos como este. 
Guadalupe, Zac., 21 de mayo de 2019.
P.D. para mayor comprensión de este articulo pueden ver esta página del INAH en internet:






Aztlán, en el códice Boturini.

Collar de jade que aparece en Internet, parecido al jade de la Salada, Fresnillo, Zac.



Mexcaltitán, Nayarit.

Plano hipotético de la ruta de los aztecas al valle de México.

Jade parecido al de la Salada de Fresnillo, Zacatecas.


Jade parecido al de la Salada de Fresnillo, Zacatecas.


Plano que me mando el Ing. Abrahán Hernández



Collar de jade que se encontró en la laguna de la Salada, Fresnillo, Zac.

Jade no muy bien formado, que se encuentra en todo el fondo del cráter o laguna de la Salada, Fresnillo, Zac.


Capilla de la hacienda de la Salada, Fresnillo, Zac., al fondo una de las tetillas o cerro alto,que pudiera ser el dibujado en el códice Boturini, sobre Aztlán, y puede ser una evidencia de que aquí es Aztlán.



Capilla de la hacienda de la Salada, Fresnillo, Zac., al fondo una de las tetillas o cerro alto,que pudiera ser el dibujado en el códice Boturini, sobre Aztlán, y puede ser una evidencia de que aquí es Aztlán.


Capilla de la hacienda de la Salada, Fresnillo, Zac., al fondo una de las tetillas o cerro alto,que pudiera ser el dibujado en el códice Boturini, sobre Aztlán, y puede ser una evidencia de que aquí es Aztlán.



Artefactos prehispánicos de Homero Puente,encontrados en San Juan de la Casimira, Fresnillo, Zac., con una cuenta de collar de jade, que podría ser de la Salada, Fresnillo, Zac.


Dos cuentas de collar de jade encontrados en San Juan de la Casimira, Fresnillo, Zac., que me mostró Homero Puente.


Piedra verde que aparece en todo el fondo de la laguna salada, en La Salada, Fresnillo, Zac.


En en centro del cráter o zona cero como la llama Abrahán Hernández, que aparece en la foto junto con: los artistas plásticos Pablo Reyes Cordero y Pablo Chávez Román, de Guadalupe, Zac., y Bernardo del Hoyo Calzada. al fondo la capilla de la hacienda de la Salada, Fresnillo, Zac.


Francis Mestries en las vetas de jade, en la Salada de Fresnilloo, Zac.


los minerales de jade en la laguna salada de la hacienda de la Salada, Fresnillo, Zac.


Francis Mestries, investigando en el sitio arqueológico de la Salada, Fresnillo, Zac.


Francis Mestries en una de las entradas a la mina de jade en la Salada, Fresnillo, Zac.


Francis Mestries en una de las entradas a la mina de jade en la Salada, Fresnillo, Zac.


Francis Mestries en una de las entradas a la mina de jade en la Salada, Fresnillo, Zac.


Francis Mestries en una de las entradas a la mina de jade en la Salada, Fresnillo, Zac.


Entrada a la mina de jade en la Salada, Zac.




Francis Mestries en la laguna salada, y blanca como se dice que era Aztlán.


jade en la Salada, Fresnillo, Zac.


jade en la Salada, Fresnillo, Zac.


Aztlán, lugar de garzas, o lugar blanco como dice el códice de Boturine y los demás historiadores, al fondo el cerro alto y curvo como esta dibujado en el códice.









El arqueólogo Carlos Alberto Torreblanca Padilla investigando el collar de jade encontrado en la Salada, Fresnillo, Zac.


Puntas de flechas y collar junto con una cuenta de jade, encontrados por Homero Puente en San Juan de la Casimira, Fresnillo, Zac, a unos 50 kilómetros de la Salada.


Puntas de flechas y collar junto con una cuenta de jade, encontrados por Homero Puente en San Juan de la Casimira, Fresnillo, Zac, a unos 50 kilómetros de la Salada.


Los impactos meteórico de la Salada, Fresnillo, Zac.

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