viernes, 25 de abril de 2025

La portada de la Asunción de Nuestra Señora, de la Catedral de Zacatecas.

 

   La portada de la Asunción de Nuestra Señora, de la Catedral de Zacatecas.

 

   La portada de la Asunción de Nuestra Señora, de la Catedral de Zacatecas.

               Por Bernardo del Hoyo Calzada.

       En septiembre del año de 1948 se realizó en Zacatecas un Congreso Mexicano de Historia[1], en la que se habló de la Catedral de Zacatecas, con un trabajo que se leyó de don Manuel Toussaint,[2]La significación de la Catedral de Zacatecas en la historia del Arte colonial”. Nos dice don Federico Sescosse que el texto fue leído en ausencia de don Manuel Toussaint.[3] Es la primera persona que habla sobre la arquitectura de la fachada de la Catedral. Y sobre el segundo cuerpo del imafronte nos dice: “El motivo central de este segundo cuerpo y principal de toda la fachada es una gran rosa cubierta en su circunferencia de ornatos que se extienden a todo el ámbito en que se encuentra”.

El comentario de don Federico Sescosse dice que: “Es curioso el hecho de que Toussaint le conceda tan poca importancia a esta «Gran Rosa» que es sin duda el elemento más relevante en la composición del imafronte. Ignora la presencia de los magníficos relieves de los cuatro padres de la Iglesia Latina, San Gregorio en el ángulo superior izquierdo, San Gerónimo en el derecho, San Agustín en el inferior izquierdo y San Ambrosio en el último con una inexplicable oradación perfectamente circular en la punta de la nariz. La reja de nueva factura (1964), se pudo reconstruir gracias a fotografías antiguas y a haber encontrado dos de los barrotes radiales originales. La clave, con su bellísima custodia, a la cual sirve de pie un interesante ángel atlante de alas enroscadas y cuerpo labrado a la manera de primorosa de los Durapalas de Halebid, India; con sus grecas laterales de querubines y sus dos alegres angelitos turiferarios, constituye un conjunto escultórico de excepcional interés”.    

        En 1961 se publicó en un libro sobre Historia de la Iglesia en Zacatecas[4], y sobre la catedral nos dice: “Toda la catedral es una obra magnifica. Su estilo es barroco americano con tendencia al de Churriguera. No se tiene noticia de sus diseñadores. Su fachada principal es algo grandioso tiene tres  cuerpos y representa un cuadro de Rafael: «La disputa del Sacramento». Este cuadro copiado en piedra, está bajo un dosel cuyo pesado manto parte de lo alto. Como remate debió tener una enorme corona imperial, y no la cruz y la inscripción que tiene”.[5] 

          El cuadro de la Disputa del Sacramento de Rafael Sanzio, pintado entre 1508 y 1510, que se encuentra en el museo del Vaticano, vemos en la parte superior a Dios Padre, a Dios Hijo, y a una paloma que representa al Espíritu Santo, tiene a los lados de Jesucristo, a la Virgen María y al otro extremo a San Juan Bautista, y también se encuentran los apóstoles de Jesucristo. Abajo en la tierra los Doctores de la Iglesia y demás papas y obispos con otras personas adorando y comentando sobre la Custodia del Santísimo Sacramento en el altar.  Esta representación es casi lo que podemos ver en la portada de la Catedral de Zacatecas.

      Don Francisco de la Maza también vino a Zacatecas en el Congreso de Historia, y en esa ocasión hablo sobre “El Templo y el Convento de San Agustín de Zacatecas”, posteriormente escribió en Artes de México sobre la Catedral de Zacatecas, y nos dice sobre la portada Principal lo siguiente: “La principal, fechada en 1754, es a modo de un gigantesco retablo de piedra de tres cuerpos y un remate en arco conopial de cuya punta brota una cruz de pétrea filigrana; en el centro, la redonda ventana del coro, como rosa gótica, formado su marco prodigioso por racimos de uvas entre los que juegan al escondite niños minúsculos. Las estatuas son trece: Cristo y sus apóstoles. Arriba, perdido entre la hojarasca del remate, un  Padre Eterno anacrónico, de tipo románico; su presencia, sin embargo, es necesaria: tiene que presidir el grandioso símbolo que se desarrolla a sus pies. En efecto, esta obra única en su homenaje a la Eucaristía, un poema de piedra en las misteriosas especies de pan y vino convertidos en carne y en sangre divinas, según la fe católica”.[6]     

     Otro gran historiador zacatecano el Sr. Canónigo Dr. don José de Jesús López de Lara, en su libro “Catedral de Zacatecas”, no dice de la portada: Cristo Rey preside la composición de la fachada central, rodeado por sus apóstoles, y aparece también, velado en la Eucaristía, en preciosa custodia que forma la clave de la insólita ventana del coro, donde querubines lo adoran y dos ángeles niños lo inciensan reverentes.”

Más adelante nos dice: “Una de las estatuas más finas de la gran fachada es de María Inmaculada, en la clave del arco mixtilíneo de la puerta”.[7]   

Pero la persona que más bien describe esta portada es sin lugar a dudas el Canónigo don José María Varela de la Torre, que con el título de “Un poema en cantera rosa”, basado en los autores anteriores, nos dice sobre la portada entre otras cosas importantes lo siguiente:

La puerta está formada con un arco interior mixtilíneo y otro exterior de follaje con aspecto de greca.

     Como la clave, no solo del arco sino también de la idea del cuerpo de Cristo, «nacido de María», se encuentra una encantadora imagen de la Virgen, en alto relieve, coronada con una diadema o corona azteca y con la luna a sus pies. Tres querubines asoman bajo la luna.

      Al lado de la Virgen un niño sonriente presenta una vara de lirios y otro, un ciprés, de incorrupción.

        El conjunto sugiere la idea de la Asunción de la Virgen al cielo. Se trata de la Advocación titular de la iglesia.

        Al centro se abre una gran ventana circular, formada con armoniosa disposición de rectas y curvas, y que algunos estudiosos del arte conocen como la Gran Rosa. En lo alto del ventanal se halla una custodia cuyo solo resplandor levanta un arcángel exquisitamente cincelado.

        A cada lado, ocho serafines, ángeles del amor, la acompañan. Otro ángel en vuelo sostiene sobre sus espaldas este grupo de la custodia que descifra, como dice el bachiller Miqueo, el Divino Sacramento, centro de los elementos sentimentales de la fachada”.[8]

 

       Un libro reciente sobre la portada de la Catedral publicado por Tomás Hernández Monreal, no dice entre otras muchas cosas que “Sobresale la clave del arco la Virgen de la Asunción, coronada y sobre media luna, bajo la cual asoman tres querubines.”[9] Basado quizá en el Canónigo Varela, Tomás nos dice que la imagen que está en la clave de la puerta es Nuestra Señora de la Asunción. Pero, la imagen de Nuestra Señora la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción, se representa casi siempre con una media luna a sus pies, y se dice que la Inmaculada Concepción o María concebida sin mancha del pecado original, se representa con ángeles entre nubes descendiendo del cielo, mientras que la advocación de María en su Asunción al cielo, porque Assunta o asunta quiere decir subida,  es también con ángeles entre nubes, aunque algunas veces se ha pintado con una media luna, de aquí la posible equivocación.

      Entonces, si es la imagen de María Inmaculada Concepción la que está en el arco de la puerta, ¿dónde está la Asunción de María en la portada de la Catedral?

En la pintura de Rafael está la Virgen María en el cielo a un lado de su hijo Jesucristo, no subida al cielo.

      Ni el Padre Miqueo en su descripción de la portada nos lo dice, pero, si nos dice que en la ventana del coro se encuentra un vitral, y en ese vitral sugiero que estaba representada la imagen de La Asunción de Nuestra Señora, al cielo por ángeles, y en el rosetón se encuentran en cantera, ángeles, como dice don Francisco de la Maza: que “entre los que juegan al escondite niños minúsculos”. No son más que los ángeles y querubines que suben a la Virgen María al cielo, presidiendo esta escena la Santísima Trinidad, con un coro de ángeles, Y los apóstoles de Jesucristo, que presenciaron la subida al cielo de la Virgen.

     El Padre Gabriel Miqueo no dice así sobre el vitral:

     

 Todas las lunetas menos las de las puertas laterales permiten liberales garboso paso a la luz, rompiendo en su medio 23 ventanas con dos varas y media de alto y una y media de ancho guarnecidas de finísimos cristales y pulidas rejas de alambre: adornase por dentro y por fuera con vistoso molduraje copiando en sus claves la escultura lucidos ramilletes de Pomona, con los ramos que de su boca despide una bicha”.[10] 

       Este primer vitral desapareció en el siglo XIX, luego se puso otra ventana con madera, y en cuadros se colocaron vidrios de colores,  y después, debió ponerse en su lugar otro vitral con el monograma de María, que se puede ver en algunas fotografías antiguas. Y también este vitral desapareció, poniendo en su lugar la ventana que aún existe. Pero sin la imagen, ni el monograma de María. Sería bueno poner un buen vitral con la imagen de la Asunción, ya que se puso un nuevo retablo, ahora con más razón un vitral como lo debió tener en el siglo XVIII.

       La inmaculada Concepción que está en la portada debió de ponerse por haber sido la titular de la antigua Parroquia Mayor. Y los mineros zacatecanos que construyeron la nueva Parroquia Mayor en el siglo XVIII, le pusieron como titular la “Asunción” de María, y esta debió de ser en el centro de la Portada Principal, como esta en la Catedral de México, que también está dedicada a la  Asunción de María.  

        La representación de la portada que han dicho sobre la Eucaristía, es porque se basan en la Custodia en el rosetón de la ventana del coro, pero, yo sugiero que como la Cofradía y después Archicofradía del Santísimo Sacramento, construyó la primera Parroquia, debió ponerse esta custodia, que no es más que el escudo de dicha Archicofradía, que también participo en la construcción de esta nueva Parroquia Mayor de Zacatecas. 

Continuará.   



[1] Congreso Mexicano de Historia. IX sección. Primera Asamblea de Mesa Redonda 8-16 de septiembre de 1948. Zacatecas, Zac.

[2] Don Manuel Toussaint. Catedrático de Historia del Arte y Director del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional de México. Publicado en “La Catedral de Zacatecas”, Anales del Instituto de Investigación Estéticas de la U. N. A. M., Núm. 44. México, 1975.   

[3] Artes de México. Zacatecas. N° 194/195. Año XXII. (1982). La Catedral de Zacatecas. Por Manuel Toussaint. Pág. 45. En estilo tan personal de Toussaint para escribir la historia del arte, está redactada la historia de la catedral, monumento clave de la arquitectura hispano mexicana; dada la fecha de su redacción (1948) se consideró indispensable agregarle algunas notas que su fina erudición escribió don Federico Sescosse. “Este es el texto de una conferencia leída en ausencia del autor durante la primera Asamblea de Mesa Redonda del Congreso de Historia, organizada por don Antonio Pompa y Pompa en septiembre de 1948 en la ciudad de Zacatecas. El licenciado don Gonzalo Obregón encontró recientemente el manuscrito entre los papeles de don Manuel Toussaint y lo obsequió amablemente al autor de estas notas. Se publica con el beneplácito de la señora Margarita Latapí Vda. De Toussaint, su heredera.      

[4] 3er. Año de Historia Eclesiástica. Historia de la Iglesia en Zacatecas. Libro del Maestro. Zacatecas. Primera edición. Abril de 1961. Zacatecas., 16 de abril de 1961. Imprimatur. Antonio Obispo de Zacatecas. pág. 44.  Agradezco a José Antonio Frausto de la Torre esta información.

[5] Esta Cruz la podemos ver en varias fotografías, y don Federico Sescosse la quitó, por no ser elemento original de la portada, que debió ser en 1964.

[6] Artes de México. Zacatecas. N° 194/195. Año XXII. (1982). pág. 34.

[7] López de Lara. J. Jesús. La Catedral de Zacatecas. Editorial Progreso, S. A. México, D. F. 1975. Pág. 4. 

[8] Banamex en Zacatecas. Monografía Conmemorativa Banamex N° 15. S/f. puede ser después de 1981. Un poema en cantera rosa. Por el Rev. José María Varela de la Torre. Pág. 52.

[9] Hernández Monreal, Tomás. Las Portadas de la Catedral de Zacatecas. Apuntes Iconográficos. 2005. Pág. 40.  

[10] Miqueo. Bachiller Gabriel. Breve descripción del templo o Iglesia Parrochial Mayor de la muy Noble y Leal Ciudad de nuestra Señora de los Zacatecas, y sucinta relación de las fiestas con que se solemnizó su dedicación. Por el Bachiller D. Gabriel Miqueo, Colegial que fue, del Real y más antiguo de S. Ildefonso de México, Cura interino del Real y Minas de Pánuco, actual Director de la Santa Escuela de Cristo y Teniente de Cura de dicha Ciudad. Sácala a luz los dos nobles caballeros D. Juan Montaño y D. Antonio Sáenz de la Escalera, actuales mayordomos de la ilustre Minería, y la consagran al Ilmo. Y Rmo. Sr. D. Fr. Francisco de S. Buenaventura Martínez de Tejada, Dignísimo Obispo de Yucatán, electo, y Gobernador de Guadalajara, del Consejo de S. M.  Con licencia en México: en la imprenta del sobredicho Colegio de S. Ildefonso, año de 1753.   

 

 

Continuación.

 

      La Parroquia Mayor de Zacatecas hoy Catedral, fue dedicada en el año de 1752 en la festividad de Nuestra Señora de la Asunción que es el 15 de agosto.

 

      Los mineros de Zacatecas tenían una especial devoción a Nuestra Señora de la Asunción y dedicaron la Parroquia Mayor a la dicha Virgen María en su advocación de la Asunción. Y para el interior, en su retablo mayor colocaron a Nuestra Señora de la Asunción, y a sus pies, de media talla los doce apóstoles, y en el mismo retablo las imágenes de San Francisco, San Agustín, Santo Domingo, San Pedro Nolasco, San Juan de Dios y San Ignacio de Loyola, que son los fundadores de las órdenes religiosas que estuvieron en Zacatecas.[1]  No así en la portada o imafronte, en la que colocaron a los Doce Apóstoles, que es el apostolado que siempre se coloca a los pies de la Virgen de la Asunción y la forma en que se colocaron nos lo dice el padre Miqueo como las doce Piedras Preciosas, o sea los doce Apóstoles colocados a la manera de un pectoral que usa el sacerdote judío.

      El padre Gabriel Miqueo en su muy detallada descripción sobre la Parroquia Mayor al referirse sobre la Portada Principal de la Catedral nos dice lo siguiente:

 

Repartidos en los tres cuerpos se cuentan trece nichos, cuyo suelo o pavimento son vistosas repisas platerescas, en que se mantienen y descansan las doce piedras preciosas de los sagrados Apóstoles, talladas en piedra, y la angular, Cristo Jesús, todos de estatura un poco mayor que la natural de un hombre bien conformado. Con la cual ya sin temeridad podré decir, que es tan hermosa esta portada, como la entrada de la gloria; pues si de las doce misteriosas, estas son otras tantas preciosas piedras del ornamento, piedras preciosas, o anchurosas puertas son las que se veneran a la entrada, o portada de la gloria de este templo, ó de este templo de la gloria, y esto aun careciendo todavía del complemento su exterior adorno, que son las torres, cabal encarnizamiento, necesario número de almenas, y adorno de las dos portadas laterales”.[2]

 

       Los doce apóstoles son: Santiago el menor, Tomás, Juan, Santiago el mayor, Andrés, Pedro, Felipe, Judas Tadeo, Simón, Mateo, Bartolomé y Judas Iscariote.

   

      La historiadora judía Schulamith Halevy me ha dicho que el pectoral judío que usaba el Sacerdote se llama Hosehen. Estos doce apóstoles se representan en la Portada Principal a manera de un “Hoshen”, que aún se usa actualmente en algunas Sinagogas. Y puede usarse en dos distintas formas, tres por cuatro o cuatro por tres, como están colocados los apóstoles en la portada. El hoshen tenía debajo de cada piedra preciosa los nombres de las doce tribus de Israel.[3]      El nombre de hoshen corresponde al Gosén que se encuentra en el delta del rio Nilo, donde vivieron las doce tribus de Israel durante su cautiverio en Egipto.  Y las doce tribus de Israel son: Judá, Simeón o Simón, Benjamín, Dan, Efraín, Manases, Isacar, Zabulón, Aser, Neftalí, Rubén y Gad.      

       La fachada de la Catedral tiene en vez de las doce piedras preciosas del Hoshen judío, a los doce apóstoles, las piedras preciosas representan a las doce tribus de Israel, y también se usan para los doce meses del año, como lo uso el Padre Bezanilla en su devocionario[4] y estas piedras preciosas se encuentran en la Biblia[5], son las siguientes:

 

1.-Sárdio.- (Bezanilla lo pone en el mes de Febrero). 2.-Topacio.- (Mayo). 3.-Esmeralda.- (Diciembre). 4.-Carbunclo o Rubí.- (Junio –como Chrysopraso o Crisoprasa). 5.- Zaphiro o Zafiro.- (Octubre). 6.-Jaspe. (Septiembre). 7.- Ligurio o Jacinto.- (Julio). 8.-Ágata o Calcedonio (Calcedonia).- (Noviembre). 9.-Amethysto o Amatista.- (Agosto). 10.-Chysólito o Crisolito.- (Marzo). 11.-Ónyx u Ónice o Sardonio.- (Enero). 12.- Berylo.-Berilio o Jade.- (Abril).

 

     En el museo de Guadalupe se puede observar una pintura de un pasaje de la Pasión de Jesucristo pintado por Gabriel José de Ovalle en el año de 1749 y en que se aprecia a un Sacerdote Judío que tiene en el pecho el pectoral con las doce piedras preciosas.

 

 

    Sobre la ventana del coro nos dice el padre Miqueo:

 

“Envidioso, cuando no es su altura (que se compone de nueve varas) si en los primores, pretende competirle el segundo cuerpo, manteniendo otras seis columnas sin más diferencia en su adorno, que ser las bichas ocho y doce los niños; más con todo se obstenta glorioso por parecerle, ganó la primacía, rasgando en su medio una cuantiosa ventana de figura ochavada, en cuyos cuadros se erigen las minas, en que de medio relieve esculpieron los más pulidos cinceles las cuatro lumbreras, que iluminan, como Doctores, con sus plumas el cielo de la Iglesia, y se remontan sus vuelos en debidos elogios del divino Sacramento, que en la clave de la ventana se halla descifrado por una exquisita custodia, que la corona”.    

    En arquitectura, la ventana del coro de figura ochavada, se le ha llamado de varios modos, rosetón[6], óculo[7] y gran rosa.[8] Pero ninguno de los autores menciona el vitral del siglo XVIII, ni que en el vitral estuviera la imagen de la Asunción. Porque sería fácil de comprender que el motivo principal de la portada es la imagen de Nuestra Señora en su Asunción al cielo, presidida por la Santísima Trinidad y los apóstoles que presenciaron la subida al cielo de la Virgen.

     En el encuadramiento se encuentran los cuatro grandes Doctores de la Iglesia Latina y depositarios de la sabiduría eclesial:

San Agustín se identifica porque tiene una pequeña iglesia que representa una Basílica Laterana, la Madre Iglesia Universal.  Se dice que los que han fundado grandes órdenes religiosas se representan con una iglesia en la mano, como Santo Domingo de Guzmán y San Agustín, esta iglesia la tiene en la esquina del encuadramiento inferior izquierda. Tiene mitra y báculo porque fue Obispo de Hipona.

San Gregorio Magno se representa con una Tiara Papal, porque fue el único de los cuatro que llegó a ser Papa y además se le representa con un báculo que tiene una Cruz Papal con tres travesaños. Llamada en heráldica eclesiástica Cruz Tripla o Hierofante.
San Jerónimo se identifica porque tiene a sus pies un león, en algunas pinturas del santo se representa cuando saca una espina al león de la pata. Tiene un bonete de presbítero y arriba un sombrero que usa la orden de San Jerónimo en su escudo. También se le representa con una cruz en la mano. Además se representa con una gran barba ya que murió de más de 80 años.

San Ambrosio se representa con un báculo y una mitra, porque fue obispo de Milán, y todas las cuatro imágenes tienen libros en las manos.

 

     En la clave de la ventana tiene una exquisita custodia que se colocó debido a que la antigua Parroquia fue construida por la primera cofradía que tubo esta Parroquia, la del Santísimo Sacramento.

       En el tercer cuerpo de la portada a mano derecha se encuentra una piedra lisa que tubo según se dice el escudo del rey de España Luis Primero, que uso las mismas armas que su padre D. Felipe V, y en la que creo que debió de haber llevado las columnas de Hércules con el Non Plus Ultra, que se usó desde los tiempos de los Reyes Católicos y que actualmente lleva el escudo de España.

Este escudo fue destruido cuando se destruyeron aquí en México todos los escudos de armas de los españoles por el año de 1827.

 

       En el otro extremo se encuentra el escudo de Armas del Vaticano con la Tiara Papal. Arriba de la corona que tiene el Padre Eterno tiene la fecha de la terminación de la portada 1745.

La puerta tiene dos esculturas en madera que representan a San Pedro y San Pablo. San Pedro tiene otra escultura con la Tiara Papal y San Pablo un libro. 

Guadalupe, Zac. 5 de Septiembre de 2013.



[1] Los Franciscanos por San Francisco de Asís, los Agustinos por San Agustín, los Dominicos por Santo Domingo de Guzmán, los Mercedarios por San Pedro Nolasco, los Juaninos por San Juan de Dios y los Jesuitas por San Ignacio de Loyola.

[2] Bachiller Gabriel Miqueo. Breve descripción del templo o Iglesia Parrochial Mayor de la muy Noble y Leal Ciudad de nuestra Señora de los Zacatecas, y sucinta relación de las fiestas con que se solemnizó su dedicación. Por el Bachiller D. Gabriel Miqueo, Colegial que fue, del Real y más antiguo de S. Ildefonso de México, Cura interino del Real y Minas de Pánuco, actual Director de la Santa Escuela de Cristo y Teniente de Cura de dicha Ciudad. Sácala á luz los dos nobles caballeros D. Juan Montaño y D. Antonio Sáenz de la Escalera, actuales mayordomos de la ilustre Minería, y la consagran al Ilmo. Y Rmo. Sr. D. Fr. Francisco de S. Buenaventura Martínez de Tejada, Dignísimo Obispo de Yucatán, electo, y Gobernador de Guadalajara, del Consejo de S. M.  Con licencia en México: en la imprenta del sobredicho Colegio de S. Ildefonso, año de 1753.    

[3] La historiadora judía Schulamith Halevy me ha dicho que el pectoral judío que usaba el Sacerdote se llamaba hoshen.

[4] Muralla Zacatecana, de doce preciosas piedras, erigidas en doce sagrados títulos y contempladas en el Patrocinio y patronato de su Augustísima patrona y señora María Santísima. Para el día ocho de cada mes, por don Joseph Mariano Esteban de Bezanilla Mier y Campa. 1788.

[5] Éxodo. Capitulo XXVIII, 17 a 21.

[6] Un rosetón es una ventana circular calada, dotada de vidrieras, cuya tracería se dispone generalmente de forma radial.

[7] Óculo proviene del latín  oculus (plural oculi) que significa ojo y designa en arquitectura a una abertura o ventana de forma circular u ovalada. Su función es la de proporcionar iluminación.

[8] Sescosse Lejeune. Federico. Carta de Zacatecas. Damián Bayón. Zacatecas 1981. La Catedral. También en: Anales del Instituto de Investigaciones  Estéticas de la U. N. A. M., Núm. 44. México, 1875.